No invite al tornado a entrar en casa

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Proverbios 11:29
“El que turba su casa heredará viento;
Y el necio será siervo del sabio de corazón.”

Si hay alguien quien entiende el significado y el costo que tiene el traer personalmente problemas a la casa para que la destruya, ese podría ser el rey David.

Toda la vida de David y la de su familia fue afectada para siempre desde el momento en que él codició a Betsabé. Esta historia de muerte, traición, incesto, intriga, humillación, sublevación y deshonra se encuentran escritos en los capítulos 11 al 22 del Segundo Libro de Samuel y los dos primeros capítulos del Primer Libro de Reyes. No solamente fue su casa la afectada, sino que destruyó la vida y el hogar de Urías, su siervo; y también afectó la estabilidad política de Israel.

Todo inició porque David no pudo contener su deseo pecaminoso sobre Betsabé, y el no poder manejar correctamente todos los demás eventos después de este acto bochornoso, llevaron a que David y su casa sufran por varios años toda esta tormenta.

La Biblia nos dice que “el que turba su casa heredará viento” (v. 29a), haciendo referencia a que puede ser uno mismo quien introduce muchas veces la calamidad y la destrucción de su propia casa, cuando por voluntad propia, nosotros invitamos al tornado a que venga a nuestra casa para que lo trastorne.


A veces puede ser el adulterio, otras la borrachera, las adicciones, el malgenio, el mal uso del dinero, y otras cosas más pueden llegar a destruir un hogar. Cuando abrimos la puerta al pecado en nuestras vidas, muchas veces ese pecado no solamente nos afecta a nosotros mismos, sino que también a los nuestros.

En el contexto del versículo 29 de este pasaje, el problema puede ser asociado al dinero, y en ese sentido, el deseo pecaminoso de las riquezas puede ser la razón del problema, llevando a la persona a ser “siervo” de alguien más por una futura necesidad económica que vendrá con el problema. Muchos hogares tienen en este momento la ausencia de ambos padres porque ellos trabajan por traer “más” dinero a la casa, cuidemos que eso no sea un problema en el futuro.

Es muy importante tener cuidado en nuestras vidas y en las decisiones que tomamos o en los comportamientos inapropiados que dejamos que estén en nuestras vidas y en nuestra casa. No permitamos que nuestros errores vengan a destruir el hogar y que lo único que lleguemos a cosechar es el “viento”.

El fundamento para que nuestra vida y la de nuestro hogar siempre esté estable y bendecido es el temor de Dios. Cuando toda la casa, los padres y los hijos, amen a Dios y lo honren con sus vidas, entonces esa casa será llena de paz y armonía, y prosperada en todo sentido. Tal vez es el momento de parar un poco en nuestro agitado vivir, y comprometernos como Josué a servir a Dios con toda nuestra casa de todo corazón, antes que lo único que quede en ella sea el “viento”.

Josué 24:15
“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”


«Cada hogar será bendecido cuando cada integrante de él tema a Dios de todo corazón; el no hacerlo solo traerá calamidades y destrucción»

Ministerio UMCD

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Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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