No es iniciativa nuestra

Todo creyente debe entender que la predicación del evangelio debe ser llevada a cabo porque es una obligación que tenemos que cumplir ante Dios. A lo largo de la Biblia vemos una y otra vez que nos ha sido dada la responsabilidad de predicar “el evangelio a toda criatura” (Lc. 16:15). Esta responsabilidad nos debe impulsar a cumplirla a cabalidad.