C. S. Lewis | Cartas del diablo a su sobrino | Carta 4

Qué gusto que podamos seguir estudiando este libro que está siendo de bastante ayuda y edificación para nuestras vidas. Estamos viendo las estrategias que Satanás para tratar de frenar nuestro crecimiento espiritual, es por eso que el título de este libro es “Cartas del diablo a su sobrino”. Hoy veremos el panorama de la cuarta carta, qué es lo que Escrutopo tiene que decirle a su sobrino.

En esta carta Escrutopo comienza advirtiendo a Orugario y le dice “mira, hay un penoso tema que tú debes tenerlo siempre presente y es la oración. La oración es algo que tú debes evitar que él haga”. En una carta anterior vimos que este paciente tenía problemas con su madre y Escrutopo recomendaba a Orugario que estorbe esas oraciones que él hacía por su madre, en esta ocasión dice “lo mejor es que tú puedes hacer es que pongas su atención en cualquier otra cosa, pero que él no eleve oraciones al enemigo [o sean Dios]. Recordemos que Escrutopo y su sobrino Orgario son demonios y por eso se refieren a Dios como “el enemigo”. 

Escrutopo le aconseja a su sobrino que evite que el creyente ore y le da algunas sugerencias para que ponga en práctica: Comienza diciéndole que algo que les ayuda mucho es en la posición en la que la persona ora, le dice “mira, los humanos rápidamente se olvidan y no le prestan atención a la posición para orar, que es arrodillados y concentrados en la oración, haz que él se olvide de todo eso y que en lugar de mostrar humillación, lo haga cómodamente, sin preocuparse, déjalo que él esté cómodo porque ahí tú ganas una gran ventaja”. El consejo es dejar que el creyente se concentre en su comodidad al momento de orar y no en su devoción. Escrutopo le dice “déjale saber que la posición para orar es lo que menos importa”. 

Quiero leerte una frase citando este primer consejo que Escrutopo le da su sobrino:

Esta frase nos hace ver que todo lo que hacemos con nuestro cuerpo al final va a influir en nuestra alma es decir, si yo estoy orando en una posición cómoda y no me estoy concentrando en oración, no voy a poder hacerlo de corazón, voy a estar pensando en otra cosa y tal vez me voy a cansar rápidamente y voy a perder el enfoque de la oración que estoy elevando.

El otro consejo que le da es que desvíe la mirada del creyente; cuando oramos nos presentamos delante de Dios, al desviar nuestra mirada o desconcentrarnos no nos llevará a tener comunión con Dios, sino que la oración será una simple charla con uno mismo. Escrutopo le dice “hazle saber que la oración no es tan real como ellos suponen, hazle ver que no necesita de la oración, por ejemplo si quieren valor tú hazle sentir ese valor sin necesidad de orar”.

Por último, Escrutopo aconseja “siempre que las personas oran, tratan de visualizar a Dios en su mente, pero es interesante porque muchas veces ellos visualizan una imagen que vieron una foto o un ídolo que tienen ahí en su casa, se dirigen a un dios falso, deja que sigan enfocados en eso que no es el Dios verdadero. Es ahí entonces cuando nosotros vemos que Satanás está constantemente atacándonos cuando nosotros doblamos nuestras rodillas para acercarnos a Dios en oración.

Una segunda frase que nos va ayudar a entender estos consejos:

Escrutopo termina su carta diciéndole: “estorba las oraciones de tu paciente, quita en el todo deseo de orar porque cuando él ora Dios va a obrar”. Si tú y yo no tenemos una vida de oración obviamente el enemigo ha logrado estorbar y ha logrado que nosotros no veamos como importante lo que realmente es importante. ¿cómo está tu vida de oración?, ¿estás dedicando tiempo para acercarte a Dios y hablar diariamente con él? o estás permitiendo que el enemigo estorbe tus oraciones. Recuerda: él no está contento con que tú puedas crecer espiritualmente y busca estorbar nuestras oraciones para así lograr que no tengamos una buena relación con nuestro Dios.


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