Bienvenidos al estudio de la séptima carta de este libro tan interesante que estamos estudiando: “Cartas del diablo a su sobrino” de C. S. Lewis. Vamos a adentrarnos en el contenido de esta carta, veremos qué es lo que el tío de Orugario tiene que sugerirle en esta ocasión.
Si tú has leído los temas anteriores y has estado siguiendo esta serie con nosotros, te habrás dado cuenta de que Escrutopo, quien escribe estás cartas a su sobrino Orugario, tiene en mente el fin de que su sobrino aprenda a hacer una buena labor distrayendo a su paciente, un nuevo creyente, y estorbarlo en su crecimiento espiritual. Ya hemos visto algunas estrategias que ha usado este “diablito” y que ha aconsejado para lograr su objetivo. El día de hoy vamos a ver otra estrategia interesante que este enemigo usa para apartarnos de la iglesia, frenarnos nuestro crecimiento espiritual y que nos queremos estancados y no avancemos.
Escrutopo empieza con una pregunta bastante interesante, le dice ¿Tú crees que tu paciente no se pregunta si tú existes o no? es decir, si los demonios existen o no; esta es una pregunta que deberíamos responder para ser conscientes de la existencia del mundo espiritual, el objetivo de Escrutopo es dirigir rápidamente la imaginación o atención del creyente a una imagen ficticia de lo que Satanás es, como esa imagen del diablito rojo con cachos y cola, una imagen de lo más fantasiosa, para que él diga: “ah no pero eso no existe”, entonces él va a creer que el mundo espiritual es una mentira y se va a olvidar de todo eso.
Es así como el enemigo va a trabajar, de manera sigilosa en nuestra vida para que ignoremos la existencia de un mundo espiritual y descuidemos nuestro crecimiento, el creyente no será consciente de que tiene un enemigo real que constantemente busca derribarle y su preocupación por su área espiritual será mínima y mediocre. Claro, que para ciertos creyentes esto no funcionará, así que Escrutopo da otro consejo a su sobrino: que pueda llevar a los extremos a su paciente, para entender este punto quiero leerte una frase:

Aquí la “devoción al enemigo” quiere decir la relación con Dios, recuerda que estas cartas de Escrutopo a su sobrino siempre tienen como enemigo a Dios. Ahora cuando ellos dicen que “todo extremo debe ser estimulado excepto la devoción a Dios” lo que están diciendo es que empujen a su paciente a extremos ideológicos que lo distraigan, por ejemplo, pueden convertirlo en un pacifista en extremo, tal vez un enojón al extremo, o un perezoso en extremo, etc., todo gusto que tenga que lo lleve al extremo para que eso se convierta en su obsesión. La vida en extremos es una vida de desbalance y es ahí cuando nuestra relación con Dios va a fallar. En nuestro corazón hay espacio para un Dios, en nuestra mente hay espacio para un Dios y no podemos compartir ese espacio con ideas o gustos que tengamos, el consejo de Escrutopo llevará al paciente a desviar su mirada, corazón y motivaciones hacia cualquier otra cosa que le guste y quite su mirada de Aquel que realmente importa.
Una segunda frase que quiero compartirte es la siguiente:

Lo que Escrutopo sugiere a su sobrino, es que haga de su paciente un ser religioso en extremo, alguien que crea que simplemente debe estar todos los domingos en la iglesia, sin faltar un solo domingo, no importa si atiende al mensaje o no, no importa si canta o no, lo importante es que asista a la iglesia para que piense que es un “buen cristiano”. Eso no es lo que Dios quiere, Él quiere que lo hagamos todo de corazón, que nuestra adoración hacia Él sea en Espíritu y verdad. El consejo de Escrutopo incluye que le haga pensar al paciente que la Fe no importa cuando dice “la Fe solo es un medio”, si la fe no importa en la vida del creyente, fácilmente se deslizará a la perdición.
Estos temas deben ayudarnos a meditar en cómo estamos viviendo nuestra vida cristiana, ¿lo estamos haciendo realmente de corazón? o estamos dejándonos llevar por aquellas trampas que enemigo pone nuestra vida. Tal vez estamos en los extremos dónde solamente somos religiosos, donde decimos que somos cristianos, pero no lo vivimos, recordemos que en nuestro caminar no debemos hacer “lo que a mí me parece bien” si no lo que Dios dice que está bien, y la Palabra de Dios es clara, quiero invitarte a leer Proverbios 21:2

El enemigo siempre va a querer distraernos para que pensemos que estamos haciendo bien siendo religiosos, sin darle importancia a nuestro tiempo personal con el Señor, a la lectura de las Escrituras o al tiempo de oración. El enemigo quiere llevarnos a los extremos, en los que seamos extremadamente religiosos y muy alejados de lo que es vivir una comunión real y estrecha con nuestro Señor. Lo mejor es que tú y yo busquemos vivir para honrar a nuestro Dios.
Que Dios te bendiga.
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