C. S. Lewis | Cartas del diablo a su sobrino | Carta 6

Bienvenidos y bienvenidas a un estudio más de “Cartas del diablo a su sobrino”, hoy vamos a estudiar la carta número 6 y hasta acá es importante que recordemos las enseñanzas que ya hemos ido teniendo en cada uno de estos vídeos, el patrón que se repite es Satanás, que está muy atento, buscando cualquier motivo y estrategia para alejarnos de los brazos de Dios.

En el capítulo de hoy vamos a bordar tres temas bastante importantes que definen la forma en la que nosotros vamos a ver a Dios y cómo nos vamos a relacionar con Él. Estos tres temas son: el temor, la oración y la imaginación. 

Escrutopo aconseja a Orugario a cerca de estos tres temas, enfatizando en que debe estar muy pendiente para que su paciente no se convierta en un cristiano firme y fuerte, sino que sea alguien temeroso, alguien que no busca a Dios, alguien que se centra en sí mismo en lugar de Dios. Sobre el temor, Escrutopo dice lo siguiente:

El consejo aquí es mantener al hombre en un suspenso o espera, que no esté tranquilo, sino que se deje llevar por pensamientos preocupantes, como el saber si va a estar bien, o no va a estar bien, el suspenso de qué va a hacer, comer, vestir mañana, etc. Estos temores que cargamos nos llevan a centrarnos en nosotros mismos y esto disminuye la forma en la que nos centramos en Dios. Es por eso que Escrutopo le dice a Orugario que mantenga a su paciente en constante temor, aprovechándose de las situaciones que están pasando a su alrededor, como en este caso la guerra, y le dice que mantenga a su paciente preocupado en sí lo van a llamar a la guerra o no.

Respecto a las oraciones Escrutopo menciona algo de lo que ya habíamos hablado antes en alguna otra carta, le dice que distraiga sus oraciones de tal forma que el paciente o el cliente no se centre en con Quién está hablando en el momento de la oración, sino en cualquier otra cosa. Y es que los cristianos cuando oramos somos tan mediocres que ni siquiera nos damos cuenta de que estamos hablando con el mismo Creador del universo, el no ser conscientes de esto disminuye el poder de nuestra oración, porque no estamos orando correctamente. Esa es una estrategia de Satanás para alejarnos de una verdadera comunión con Dios. Una frase sobre esto es la siguiente: 

Es decir, concentrar su atención en cómo se siente él respecto a Dios y no en quién es Dios esencialmente, ahí está la distracción de Satanás, hacernos olvidar quién es Dios y hacernos concentrar en lo que nosotros creemos que Él es, y nuestra imagen de Dios siempre va a ser distorsionada, una imagen de un Dios más débil del que realmente es. Así que tengamos cuidado con eso. 

Y, por último, sobre la imaginación, Escrutopo es muy astuto al aconsejarle a Orugario que mantenga al cristiano en un constante proceso de imaginación, es decir que él no se concentre en lo que está pasando realmente, sino que se imagine lo que está pasando, por ejemplo, si te cae mal tu vecino, no importa que te caiga mal porque tú piensas en tu cabeza que eres un “buen vecino” así hace un rato le hayas insultado. El problema de la imaginación es que ese estado nos aparta de la vida real y de las necesidades reales de nuestros vecinos. En este estado el creyente no se va a centrar en ser de bendición al prójimo en ese momento, sino, en “cualquier otro momento” el problema también es que llegamos a creer que somos personas que realmente no somos, porque pensamos que si alguien necesita ayuda “Yo le daría mi ayuda sin condición” pero cuando esa persona realmente necesita ayuda “yo no tengo el tiempo para ayudarle”.

Escrutopo aborda estos tres temas a manera de consejos hacia Orugario para que ponga en práctica con el creyente y lo aleje cada vez más de su relación con Dios y es importante notar que estos tres puntos: el temor, la oración y la imaginación, son procesos que suceden en nuestra mente, son procesos que nosotros maquinamos en nuestro interior, entonces es aquí cuando debemos analizar lo que dejamos pasar por nuestra mente, ¿que nos distrae de nuestro tiempo con el Señor? tal vez el temor, tal vez oraciones incorrectas, tal vez imaginaciones sobre nosotros mismos que no son reales, y acá te invito a que leas conmigo la segunda 2da carta a los Corintios capítulo 10: 3-5

Es importante que de este versículo nos agarremos para saber que nuestra lucha con Satanás muchas veces es mental, porque dejamos en nuestra mente pensamientos que nos apartan de una correcta comunión con Dios. Así que te animo a que confrontes esos pensamientos con estos versículos, que los lleves cautivos a la obediencia a Cristo. Que Dios te bendiga.


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