Colosenses 3:10, 12-14.
“y REVESTIDO DEL NUEVO, el cual conforme a la imagen del que lo creó SE VA RENOVANDO hasta el conocimiento pleno… VESTÍOS, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo …vosotros. Y sobre todas estas cosas VESTÍOS DE AMOR, que es el vínculo perfecto.”
Todos podemos decir que disfrutamos mucho cuando podemos adquirir una nueva prenda de vestir y lo podemos usar. Algunos no pueden esperar hasta el nuevo día para usar esa prenda que le fue regalada o que la adquirió. Es una experiencia muy emocionante a la verdad. Esa prenda es nueva y hasta el olor es agradable. ¡Cuánto nos gusta!
La Biblia nos exhorta a “renovar” constantemente también nuestro “vestuario espiritual”, que es nuestro carácter. Dios, por medio de Su obra en nosotros, es Quién va proporcionándonos de este nuevo “yo” para que lo usemos y lo renovemos cada día. ¿Podemos ver este nuevo “yo” en nuestras vidas cada día?
Así como la alegría de vestirnos con nueva ropa nos motiva a “renovar” nuestro ropero, debemos anhelar buscar a Dios cada día para que nos ayude a “renovar” nuestro carácter que debe ser a la imagen de Cristo. Hay un nuevo día cada mañana, y cada día puede traernos la oportunidad de estrenar un nuevo “yo” con la ayuda de Dios.
Si no tienes a Cristo aún en tu vida, no hay posibilidades de este nuevo cambio, sólo Él puede crearlo.
Con Cristo inicia el cambio y sólo junto a Él este cambio es continuo. ¡Pídele a Dios que te ayude a “renovar tu vestuario”!
2 Corintios 5:17
“De modo que si alguno está en Cristo, NUEVA CRIATURA ES; las cosas viejas pasaron; he aquí TODAS SON HECHAS NUEVAS.”