Lucas 11:1.
“Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR…”
Imagine: «Jesucristo estaba orando en un lugar. Sabía muy bien Su necesidad que tenía de comunicarse con Su Padre en el cielo. No me puedo imaginar cómo habría sido esa oración; talvez fue intensa, llena de poder, confianza; la Biblia no nos da algún detalle en cuanto a esta oración, pero fue tan evidente y única la manera como Jesucristo oró que llevó a levantar un pedido de gran necesidad por parte de los discípulos a su Maestro: “Señor, enséñanos a orar…”.»
La Biblia tiene muchos modelos de oraciones; entre ellos el conocido “Padre Nuestro” enseñado por el mismo Jesús (Lucas 11:2-4). Entre estas “oraciones modelo” y otros pasajes la Biblia nos enseña mucho de la oración. Podemos mencionar algunos puntos relevantes:
- Es un acto de adoración a Dios. A través de la oración incremento mi comunión con Dios. Salmos 18:3; Salmos 42:1, 2.
- Es una súplica buscando movilizar la misericordia de Dios. Cuando Dios obra en favor, es un acto de Su infinita misericordia. Mateo 8:2-4; Marcos 10:46-52.
- Es un ejercicio que requiere confianza para acercarnos a Dios sin temor. La oración no es un privilegio para unos pocos, todos podemos buscar a Dios para pedir por nuestras necesidades. Salmos 17:6; Hebreos 4:16.
- Es una plegaria que debe ser hecha con fe, confiando que Dios escuchará y puede hacer todo. Si no tengo fe no puedo agradar a Dios. Mateo 21:21-22; Hebreo 11:6.
- Es una rogativa que se hace buscando la voluntad de Dios y no la nuestra. Dios no va a darnos lo que no nos conviene, solo lo que Él sabe que nos puede hacer bien. 1 Juan 5:14-15; Lucas 11:9-13.
- Es una acción que demanda constancia. Debo aprender a tener una vida constante de oración. Marcos 1:35; Nehemías 1:4.
- Es un acto que requiere agradecimiento. Sea que Dios responda con un sí o que responda con un no a mi oración, viene como resultado de Su amor y sabiduría. Su cuidado hacia nuestras vidas son el filtro de Sus respuestas a nuestras oraciones, por lo que debo vivir siempre agradecido. Salmos 28:6; Filipenses 4:6.
- Es una petición que tiene como único intermediario a la Persona del Señor Jesucristo. Jesucristo, como nuestro único Sacerdote es nuestro mediador ante Dios el Padre. Juan 14:13-14; Juan 16:23-24.
Nuestra oración hecha adecuadamente puede llegar a la misma presencia de Dios y activar Su poder para que obre en nuestro favor. Todos podemos orar, debemos aprender a vivir en constante oración.
Mateo 6:9a.
“Vosotros, pues, oraréis así…” (Jesús)