Romanos 12:4-5
“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”
<<Estados Unidos ganó una nueva medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en gimnasia femenina con un equipo de cinco mujeres excepcionales en el que despunta el portento de fuerza, técnica y seguridad que es Simone Biles.
Las estadounidenses, que ganaron el título en Londres 2012 después de una sequía que había comenzado en Atlanta 1996, prolongan un ciclo más su hegemonía. Sumaron 184,897 puntos y las acompañaron en el podio Rusia (176,688), que también repite la plata de Londres, y China (176,003), que regresa al cajón después de la cuarta plaza de hace cuatro años.>> (9 de agosto 2016, Diario La República – Perú)
Lo que hizo relevante de este equipo fue el trabajo y esfuerzo conjunto que demostraron las cinco integrantes. Cada una de ellas cumplió su papel, y entre todas lograron el anhelado oro olímpico. Esta competencia es especial ya que tres gimnastas por país participan en cada una de las cinco disciplinas. Cada país escoge a sus tres integrantes en cada rutina y el puntaje acumulado es el que otorga al final el puntaje necesario para ganar la competencia. Aunque Simone Biles fue la destacada deportista de esta jornada olímpica para el equipo de los Estados Unidos, esta medalla de equipo no se pudo haber logrado sin la participación de Madison Kocian, Aly Raisman, Gaby Douglas, y Lauren Hernández.
En la Iglesia de Cristo la importancia de trabajar “En Equipo” también es muy importante. Aunque cada iglesia local debe estar formada por un pastor o pastores, un grupo de líderes y maestros; la tarea completa de la iglesia no se puede llevar a cabo sin la participación de todos y cada uno de los miembros de ella.
No “todos los miembros tienen la misma función”, pero todos son necesarios. Pablo, en su analogía de la iglesia y el cuerpo humano, nos recuerda que cada uno es importante. No todos tendrán los mismos dones ni talentos, no todos tendrán la misma función a pesar de tener los mismos dones, no todos tendrán funciones relevantes, pero todos y cada uno de los miembros de la iglesia son necesariamente valiosos.
No podríamos decir en este momento si el oro olímpico del equipo femenino de los Estados Unidos no se hubiera logrado sin la participación de Simone Biles, pues es algo que no se podrá comprobar repitiendo la misma actividad. Pero si podemos asegurar que sin la participación de todas ellas no se hubiera dado.
Cada creyente es capacitado por el Espíritu Santo para cumplir una función importante y única dentro del funcionamiento de la iglesia. Cada miembro es uno “en particular” (1 Corintios 12:27), y como tal está capacitado peculiarmente para las tareas que Dios desea desarrollar a través de esa persona en cada iglesia.
Si usted está sirviendo en su iglesia en alguna área o ministerio su posición en valiosa, su obra importante, y su presencia requerida. Así no sea una “Simone Biles” en su iglesia, lo que usted hace cuenta, y cuenta mucho (1 Corintios 12:14-27). Pero si aún no está sirviendo ni participando activamente, entonces su iglesia, el Cuerpo de Cristo, está necesitando urgentemente de su colaboración. ¡Es hora de ganar el ‘oro olímpico’ para Cristo!
«Señor, gracias por los dones y talentos con los que me has capacitado, úsalos con poder en Tu Iglesia»
1 Corintios 12:27
“Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”