¿Dónde está mi delicia? | VIDA CRISTIANA

Salmos 1.2

Salmos 1:1-2

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.”

 

Según el Diccionario Vox de la lengua española deleite significa tener un placer del ánimo y de los sentidos mientras que delicia se puede decir que es un placer muy intenso. Con estas definiciones podríamos decir que el varón bienaventurado (v. 1) es alguien que encuentra un placer muy intenso de ánimo y de los sentidos cuando pasa tiempo en la Ley de Jehová, la Biblia.

Pero para los diccionarios bíblicos la palabra delicia no implica un placer nada más, esta palabra hebrea kjéfets (חֵפֶץ H2656) o delicia, tiene varias otras traducciones que nos podría ayudar a darle mayor significado al deleite que se debe tener al leer la Biblia.

Kjéfets también puede traducirse como deseo. Comprendiendo que la Biblia me trae placer, y es ese placer lo que produce en mi un deseo que me motiva a tener más tiempo en ella. Es como un postre favorito al que todos quieren disfrutar y que esperan que no se acabe. Si la Biblia es nuestro placer, nuestro deseo será pasar más tiempo en ella ¿Tengo deseo constante de leer la Biblia?

Kjéfets también puede traducirse como una cosa que consideramos valiosa. La Biblia al ser deleitosa debe llevarnos a darle valor. Es como una relación personal con alguien muy apreciado por nosotros. Si mi tiempo compartido con una persona especial es muy placentero, producirá que llegue a valorarla; y si la Biblia es mi deleite, tarde o temprano nos damos cuenta que la llego a valorar en extremo ¿Considero a la Biblia algo de extremo valor en mi vida?

Kjéfets también puede traducirse como contentamiento. La Biblia al llegar a deleitarnos llega a afectar nuestros sentidos y el ánimo. Esta acción debe traer contentamiento, alegría, satisfacción. ¿Cuando leo la Biblia, mi alma encuentra contentamiento?

Kjéfets también puede traducirse como querer o voluntad. Es aquí donde el deleite en la Biblia adquiere mayor significado. Nuestro deleite en Ella debe ser tal que debe afectar nuestra voluntad. Entre mayor tiempo pase deleitándome en la Biblia, implica que mi voluntad ha sido modificada a tal punto que lo que lea de Ella debe impulsarme hacerla, porque la considero valiosa, obedecerla me trae contentamiento, es algo en lo que me deleito hacerlo y, por lo tanto, al saber que la obedezco mi alma se llena de contentamiento, y, por ende, contento a mi Dios, dador de Su Palabra. ¿Cuánta de mi voluntad está siendo afectada al leer la Biblia? Si no es mucha, entonces la Biblia no es mi delicia.

Ahora, cabe restructurar la pregunta: ¿Si la Biblia es en donde está mi deleite, tengo el deseo de leerla porque la considero valiosa, me trae contentamiento, y afecta mi voluntad deseando obedecerla?

Una forma de saber que me deleito en la Biblia es cuando paso leyéndola y meditándola “de día y de noche”.

 

«Dios, gracias por tu maravillosa Palabra, que ella sea siempre mi delicia»

 

Salmos 119:174

“He deseado tu salvación, oh Jehová,
Y tu ley es mi delicia.”

Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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