1 Corintios 13:4, 7-13.
“EL AMOR… TODO LO SUFRE, TODO LO CREE, TODO LO ESPERA, TODO LO SOPORTA. EL AMOR NUNCA DEJA DE SER; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y AHORA PERMANECEN LA FE, LA ESPERANZA y el AMOR; PERO EL MAYOR DE ELLOS ES EL AMOR.”
Pablo concluye este pasaje del amor descrito en acciones manifestando una verdad que sobre pasa nuestro entendimiento humano del mismo y que nos lleva a ver la supremacía de éste.
En el versículo 7 presenta cuatro acciones positivas del amor que exceden a lo que nosotros podríamos normalmente hacer. Utiliza la palabra “pas” (πᾶς, G3956) se puede traducir ‘ante todo’ o ‘todo’. El amor va sobre todas las cosas, y podríamos decir que “ante todo” lo sufre, “ante todo” lo cree, “ante todo” lo espera, “ante todo” lo soporta, porque el amor nunca deja de existir, “nunca deja de ser” (v. 7-8).
Una persona que bíblicamente ama, nunca dejará de amar. No importa distancia, no importa circunstancia, no importa el tiempo. Una persona que decide amar puede mantener ese amor a pesar de lo que enfrenta en su vida. El amor no es dependiente de acciones recibidas, es completamente libre e independiente. El amor a mi familia, como lo hemos expresado anteriormente no tiene, ni debe tener restricciones.
Interesantemente Pablo compara en los versículos siguientes (v. 8-13) y expresa la perpetuidad del amor sobre ciertos dones importantes pero temporales. Menciona la imperfecta y finita gnosis del hombre (“en parte conocemos”), y resalta la relevancia del amor sobre la fe y la esperanza. El amor sobresale a todo en valor (va más allá en importancia), y sobre pasa tiempo y obstáculos (es eterno).
Ahora podemos entender lo que Pablo nos estaba diciendo que sin amor nada sirve lo que hago (v.1-3); que el amor se debe expresarlo en acciones que van sobre lo que recibimos o esperamos (v. 4-7); y el amor sobresale y permanece ante todo (v.8-13). Decidir amar es un estilo de vida que no hallará límites y que impactará transformando mi familia.
¿Se imagina ser amado de esta manera? ¿Se imagina amar así a su familia?
Nuestro compromiso diario debe ser el amar a cada uno de los miembros de mi familia, y este amor real romperá esquemas humanos, pues es un amor divino.
«Señor, mi amor a mi familia debe ser el mismo que el Tuyo, sobre circunstancias y tiempo. Yo decido amarlos como Tú quieres que los ames, ¡ayúdame hacerlo hasta el fin!»
“ESTE ES MI MANDAMIENTO: Que os améis unos a otros, COMO YO OS HE AMADO.” – JESÚS (Juan 15:12)