Sirviendo a todos en todo | MATRIMONIO y HOGAR

Gálatas 5.13

Marcos 9:35

“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y EL SERVIDOR DE TODOS.”

 

“¿A Dónde Debo Entrar?”

«En una de las grandes batallas de la Guerra Civil, en Estados Unidos de N. A., un recluta que había perdido su compañía durante una gran confusión, se aproximó tímidamente al General Sheridan y le preguntó que a dónde debía entrar. —¿Entrar? —rugió el general con una voz de trueno tan terrible que aterrorizó al ya asustado recluta, más que todo el cañoneo y el estruendo de los mosquetes—, ENTRA A DONDEQUIERAS; se está combatiendo EN TODA LA LÍNEACualquiera vida resplandecerá de belleza, y se levantará en grandeza si en todo servimos conscientemente al Señor. — Ian Maclaren.

La palabra servidor en el original griego no hace referencia a una persona que por su posición debe dar un servicio; se trata de una persona, que independientemente de su posición, brinda ese servicio sin referencia alguna al tipo de servicio que da. Es decir, sirve porque desea participar ayudando sin mirar su posición ni lo que hace.

En la ilustración, el deseo del General Sheridan era que el voluntario entrara y ayudara, sin importar en dónde lo vaya hacer, pues en todo lado se necesitaba ayuda. En la vida familiar es igual, la constante necesidad de personas dispuestas a servir a los demás es imperante. En casa siempre habrá maneras de ayudar y bendecir las vidas de otros con nuestro servicio.

Tender la cama de mis padres, cocinar para mi esposa y mis hijos, lavar el auto de mi esposo, ayudar en las tareas de la escuela de mis hijos, en fin, las posibilidades infinitas; el problema es la falta de voluntad de servir en casa. Estamos tan ocupados con “nuestras cosas y tareas” que bloqueamos nuestra capacidad de ayudar a los demás.

Pensemos que el servir a mi familia es un acto de:

Amor: Cuando sirvo en mi casa, les estoy manifestando mi amor a cada uno de ellos.

Humildad: Cristo dijo que el que quiera ser primero debe servir, al contrario del mundo, el Señor enfatiza el carácter humilde del siervo que mira por los intereses de los demás y no de sí mismo.

Aporte: Cuando sirvo estoy colaborando en la necesidad que tiene el miembro de mi familia, facilitando la vida o las labores de esa persona.

Honra: Al servir estoy expresando mi respeto, admiración y estima al miembro de mi hogar.

Generosidad: Una persona que piensa en otros y da de sí manifiesta una vida generosa.

Altruismo: Cuando sirvo a alguien, pienso en el bien que brindo sin importar lo que pueda recibir a cambio.

Piedad: Al igual que Cristo dio su vida en “servicio” (rescate) por otros, al servir estoy manifestando el carácter de Cristo (Mateo 20:28).

Para ayudar solamente debe mirar lo que el miembro de su familia está haciendo y únase a él. Puede preguntar también que tarea falta culminar y hágala usted por ellos. Verá que su aporte será muy apreciado por su ser amado.

Nuestro amor y servicio en nuestra familia deben ser nuestra prioridad.

Gálatas 5:13

“… SERVÍOS POR AMOR los unos a los otros.”

Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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