Proverbios 15:6
“EN LA CASA DEL JUSTO HAY GRAN PROVISIÓN; pero turbación en las ganancias del impío.”
ROBIN HOOD
«Robin Hood fue un arquetípico héroe y forajido del folclore inglés medieval. Inspirado por Ghino di Tacco, según la leyenda Robin Hood era un hombre llamado Robin Longstride o Robin de Locksley, quien era de gran corazón y vivía fuera de la ley, escondido en el Bosque de Sherwood y de Barnsdale, cerca de la ciudad de Nottingham. El mejor arquero, defensor de los pobres y oprimidos, luchaba contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan sin Tierra, que utilizaban la fuerza pública para acaparar ilegítimamente las riquezas de los nobles que se les oponían. En la Inglaterra medieval, todo individuo que se oponía a los edictos reales era forajido.» (Wikipedia)
Esta leyenda medieval de Inglaterra nos da un ejemplo perfecto de lo que NO se debería hacer. Para muchos Robin Hood fue el “héroe” típico de la época medieval que nos puede alentar a hacer lo incorrecto para conseguir un resultado benevolente. Este personaje robaba a las personas pudientes de la época para alimentar a un pueblo oprimido y maltratado por una tiranía egoísta.
Lo cierto es que ambos bandos de esta historia romántica, tanto la monarquía como nuestro afamado “héroe” y sus forajidos, actuaban inapropiadamente ante la honestidad y lo correcto.
En la actualidad la corrupción en nuestras sociedades ha socavado la honestidad y el trabajo arduo de personas que trabajan honradamente día a día para llevar un alimento a la mesa de sus hogares. Todos buscan obtener de alguna manera un “beneficio” extra por medios que obviamente van contra los principios bíblicos.
La mentira, el soborno, la estafa, el robo, la usura, la piratería; en fin, todos estos medios de corrupción están infectando nuestra sociedad conduciendo a los individuos a actuar inapropiadamente para conseguir, lo que llaman, el resultado necesario para beneficiar sus negocios y vidas.
Cualquiera de estos medios de corrupción son pecados condenados por el Señor. Con la excusa de que el fin justifica los medios, el mundo de los negocios y los trabajos se han dejado influenciar por un principio que no le agrada a Dios.
La palabra “PROVISIÓN” en toda la Biblia está relacionada con Dios. Abraham es el primero en llamar a Dios: “El Dios Proveedor” o “Jehová-Jireh” en hebreo (Génesis 22:14). Y la verdadera provisión solamente llegará como bendición de Dios, sea esta grande o pequeña ante nuestros ojos.
La provisión de la que habla el versículo de hoy no hace referencia a la cantidad de riquezas que existen en la casa “del justo”, sino del origen de ella. Recordemos que todo lo que tengamos en nuestra mesa, sea mucho o poco, es “grande” porque Dios los ha provisto.
Las riquezas mal habidas siempre nos traerán inquietud, primero porque no son honestas, y por lo tanto sujetas al castigo de la ley del hombre; y segundo, porque no vienen con bendición, y por tanto sujetas al castigo de la Ley de Dios.
«Padre, gracias por todo lo que me das, sea mucho o poco, pues son gran bendición»
Proverbios 20:10
“Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas SON ABOMINACIÓN A JEHOVÁ.”