1 Pedro 3:15
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.”
Cuando asistía al instituto bíblico escuché una de las doctrinas de la Biblia que me costó aceptar, la doctrina de la elección. Por unas pocas semanas luchaba en mi mente por la aceptación de ella. Finalmente, y después de oración y de estudio y meditación sobre esta verdad, pude aceptarla por completo.
Como creyente, cada uno de nosotros llegamos al conocimiento de Cristo y de nuestra salvación por obra del Espíritu Santo, Quién utiliza a la Palabra de Dios y a un mensaje dado por alguna persona para convencernos de nuestra necesidad de salvación. La aceptamos, y poniendo nuestra fe en Cristo, después de pedir perdón, recibimos la vida eterna. Pero es eso lo que aprendemos, y no mucho más. No llegamos a entender toda la verdad de la Biblia, ni llegamos a entender perfectamente como esa salvación se ha dado en nuestra vida, y mucho menos podemos explicarla a los demás, aún más, otras verdades de Dios y de Su Palabra.
La palabra “defensa” es la traducción de la palabra griega “apología” (ἀπολογία, G627), que también puede ser traducida como dar cuentas o responder en defensa de uno mismo. De ahí viene nuestra palabra apologético o defensor, como sustantivo. El Apóstol Pedro no exhorta a estar “siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” Es nuestra tarea prepararnos para poder entender apropiadamente nuestra fe, y así, poder defenderla debidamente, o sea, ser un apologético de ella.
En un mundo que desconoce la verdad de Dios, y en la que la mentira de Satanás campea, nuestra obligación es prepararnos para poder defender apropiadamente nuestra fe.
La gran ventaja que tenemos los creyentes en este aprendizaje de la Biblia es que la tecnología coloca a la Verdad al alcance de todos. Aprovechemos del uso de buenas biblias de estudio, de comentarios bíblicos apropiados, libros que hablan de las doctrinas y que las explican en forma agrupadas como las teologías sistemáticas. Además, existen institutos bíblicos, seminarios y universidades, en donde podemos profundizar nuestro conocimiento. Muchas iglesias proveen de estudios bíblicos y escuelas dominicales dentro de sus programas de enseñanza a los creyentes. Hay muchas formas como un creyente puede prepararse para “presentar defensa” de la “razón de la esperanza que hay en nosotros”.
Recordemos que la Biblia nos exhorta también a escudriñarlo todo y retener lo bueno, no siempre nos encontraremos con buena enseñanza (1 Tesalonicenses 5:21). Pero gracias al Señor tenemos al Espíritu Santo nos guía a la toda la Verdad (Juan 16:13). La Palabra de Dios es nuestra verdad absoluta (Juan 17:17), y con reverencia a Dios y dependencia del Espíritu Santo podemos llegar a conocer estas maravillosas verdades eternas, ya que la Palabra de Dios es la única verdad no adulterada (1 Pedro 2:2).
Recuerde, somos exhortados a no solo creer en Cristo, sino también a defender nuestra fe para enseñar a otros y no dejarnos ser engañados por una mala enseñanza. Esta es nuestra responsabilidad. Haga un compromiso sincero de aprender bien de Dios y Su Palabra.
<<No hay mejor libro con el que defender la Biblia que la Biblia misma>> – Dwight Lyman Moody
«Señor, necesito aprender más de Tu Palabra, ayúdame a conocer Tu verdad para poderla defender y enseñar»
1 Pedro 2:2
“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada…”
Muy buena enseñanza , me ayuda a mejorar y entender la palabra de Dios.
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Nos alegramos que esta enseñanza le haya sido de ayuda… Dios le bendiga!
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