Marcos 1:16-20
“Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron. Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.”
- No había sido el primer encuentro. (Juan 1:35-51)
- Este segundo encuentro tiene como contexto la pesca milagrosa. (Lucas 5:1-11)
- La obra poderosa de Cristo santificó a los discípulos para seguirle. (Lucas 5:8, 9)
- La decisión que tomaron fue completa e inmediata.
- En el proceso de seguirle es donde somos transformados para Su obra. (Marcos 1:17)
La frase “y haré que seáis pescadores de hombres” quiere decir que Dios está en la tarea de realizar una tarea de transformación para que lleguemos a ser los instrumentos que Él necesita para Su obra.
«Cristo sigue llamando a los hombres a que lo dejen todo y le sigan (Lc. 14:33). No se les debe permitir ni las posesiones ni a los padres que impidan la obediencia» (MacDonald, W.)
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