Desde mi “heredad” | Una mirada a las MISIONES

1-corintios-9-14

Josué 14:2-3

Por suerte se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés que se diera a las nueve tribus y a la media tribu. Porque a las dos tribus y a la media tribu les había dado Moisés heredad al otro lado del Jordán; mas a los levitas no les dio heredad entre ellos.”

¿Alguna vez se ha preguntado el por qué usted vive en la ciudad y el país donde está, y por qué tiene el trabajo que tiene? Dios nos ha puesto a cada uno en cada lugar donde vivimos y trabajamos en donde estamos, no por suerte ni por casualidad, sino para cumplir con los propósitos de Dios.

Para cada uno de nosotros, el lugar donde habitamos tiene un propósito eterno dentro del magnífico plan de Dios, y si le toca cambiarse de lugar o trabajar en otra parte, ello también, si es que seguimos la voluntad de Dios, está dentro de ese plan grandioso.

Los israelitas habían llegado por fin a la tierra que Dios había prometido a Abraham, Isaac y Jacob (Génesis 28:13). Josué estaba repartiendo la tierra al oeste del Jordán a las nueve tribus y media de Israel, ya que al este del Jordán ya habían tomado posesión Gad, Rubén y la otra media tribu de Manasés (Números 32:33). Los hijos de Levi (levitas) no estaban siendo considerados para la distribución del territorio ya que Dios había dado órdenes para que a ellos se les otorgue 48 ciudades distribuidas entre las tribus para que habiten en ellas (Números 35:1-6). El mantenimiento diario de los levitas sería provisto a través de las ofrendas que el pueblo daba a Jehová, ya que los levitas fueron designados para servir al Señor y dependían de las otras tribus de Israel para su mantenimiento (Números 18:8-24).

Hoy en día el pastor o el misionero ha sido apartado por Dios para que le sirva en la obra. Muchos de ellos, por los compromisos de la iglesia no pueden trabajar porque requieren dar su tiempo completo a su tarea. Para aquellos siervos quienes viven en sus propios países, si existe la posibilidad legal que los pastores puedan trabajar secularmente si es necesario para el mantenimiento propio y de su familia, pero la iglesia es responsable ante Dios de hacer todo por proveerles un sueldo digno (1 Corintios 9:1-14).

Existen misioneros que viajan a otros países, en donde las leyes prohíben que ellos puedan trabajar ya que se encuentran con visas religiosas o de otro índole que solo les permite vivir y servir, pero su sustento debe venir de las organizaciones que los apoyan o los han enviado a trabajar. Estas visas religiosas no los autoriza a que ellos puedan recibir un aporte económico de donde están sirviendo, ya que están residiendo para “dar un servicio” y no para “hacer ganancia a través del servicio”. Casi como los levitas dentro de las heredades de las tribus de Israel, los pastores y misioneros dependen de las donaciones de quienes han recibido sus “heredades”.

En donde usted se encuentre, Dios lo ha puesto ahí para que pueda tener una vida próspera, quiere que trabaje y adquiera posesiones si desee; pero recuerde que usted debe ser parte de la obra del Señor ayudando a sustentar a los pastores y misioneros que se encuentran dando sus vidas para la edificación de la iglesia. Tomemos el ejemplo de las tribus de Israel, y de nuestras posesiones, demos fielmente a Dios para el mantenimiento de la obra y ayudar así a quienes deben vivir de la obra (1 Corintios 9:13-14). Especialmente a los misioneros, quienes, por regulaciones legales, no pueden recibir ingresos en el lugar donde están sirviendo a Dios. ¡Ayudemos desde “nuestra heredad”!

 

«Señor, gracias por el lugar donde vivo y el trabajo que tengo, y gracias por quienes te sirven en la obra como pastores y misioneros, ayúdame a honrarlos con lo que tu provees para mí y los míos»

 

1 Corintios 9:13-14

“¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.”

Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: