Marcos 8:38-9:2
“Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos.”
- Este diálogo es la continuación de la conversación de Jesús acerca de Su sufrimiento y del llamado a seguirle en forma consagrada. (Mr. 8:31-37)
- Es un pasaje con cierta dificultad de interpretación, pensando en el tiempo del cumplimiento de lo que Jesús estaba anunciando. (Mr. 9:1)
- En los otros dos pasajes paralelos a este relato bíblico vemos el mismo contexto, por lo que nos puede ayudar a la interpretación. (Mt. 16.21-28; Lc. 9.22-27)
- Lo más probable es que Jesús se refería a lo acontecido días después, refiriéndose a la transfiguración en el monte alto. (Mr. 9:2-13)
La manifestación física del reino de Dios es algo muy esperado por todo creyente. Todo lo que la Biblia nos enseña en cuanto a este tema expresa majestuosidad, paz, armonía; pero, sobre todo, un tiempo glorioso.
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento podemos leer grandes pasajes que nos habla mucho de lo bello que va a ser, y que tal vez nos enseña cierta cantidad todo su esplendor. Si bien, hay mucha enseñanza, la gloria de ese tiempo no podrá ser apreciada en su totalidad hasta que estemos todos presentes.
Los posibles testigos que contemplaron un poco del poder del reino al que se refería Jesús pueden ser Pedro, Juan y Jacobo, quienes observaron la transfiguración del Señor. Esta manifestación dejó, como aprenderemos más adelante, un evidente impacto en la vida de estos discípulos.
Para nosotros los creyentes, también estamos a la espera de la manifestación del poder del reino. Dependiendo con el tiempo de la Segunda Venida de Cristo, algunos podremos estar vivos antes del rapto, o algunos estaremos muertos; no lo sabemos hasta que eso suceda. Pero como sea que nuestro cuerpo físico se halle, lo seguro es que todo creyente verá la gloria de Dios y el poder del Rey en Su reino, y en esa esperanza, podemos todos regocijarnos.
¿Y usted, ya está listo para ver la gloria del Señor?

“Una de las esperanzas más hermosas de todo creyente tiene es poder ver la gloria del Rey cuando venga en Su reino.”
Ministerio UMCD