Cuando la batalla arrecia

En nuestra reconstrucción espiritual, entre más avanzamos, más difícil se pone. Nuestras debilidades más nos agobian, los pecados más nos asedian, y la oposición del mundo estarán golpeando más fuerte. Es ahí donde más necesitaremos del Señor para lograrlo.

Todo, con detalle y esfuerzo

Si queremos restaurar nuestra vida, vamos a necesitar la ayuda de otras personas, no podremos lograrlo solos. Y también se debe hacer un trabajo en todas las áreas, no en algunas nada más.