“Falso beso” | Un rayo de SABIDURÍA

efesios-4-25

Proverbios 26:23-28

“Como escoria de plata echada sobre el tiesto Son los labios lisonjeros y el corazón malo.
El que odia disimula con sus labios; Mas en su interior maquina engaño.
Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón.
Aunque su odio se cubra con disimulo, Su maldad será descubierta en la congregación.
El que cava foso caerá en él; Y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá.
La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, Y la boca lisonjera hace resbalar.”

 

“Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. […] Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle. Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.” (Mateo 26:14-16, 47-50)

La hipocresía es una de las manifestaciones más perversas del hombre, es el uso maligno de caretas para ocultar la verdadera identidad. Jesucristo compartió con Judas por un poco más de tres años; cuidó de él, le enseño, le amó; pero lo único que recibió al final es un beso hipócrita de su parte diciendo: “¡Saludos, Maestro!”,  pero Jesús conocía bien la sinceridad del beso de su amigo.

La Hipocresía oculta el engaño (v. 24), sus palabras vienen de un corazón abominable (v. 25), y lastima mucho a quienes confían vanamente en aquellos que lo hacen (v. 26). Hay que tener mucho cuidado con quienes compartimos, no todos quienes están a nuestro alrededor pueden ser dignos de confianza.

Pero nosotros también podemos tener esta actitud perversa en contra de personas que están a nuestro lado. La hipocresía puede ser generada por envidia, rencor, egoísmo, o falta de amor. La hipocresía oculta nuestro verdadero yo y presenta un falso ser a los demás.

No permitamos que nuestras aparentes manifestaciones “maquilladas de aprecio” estén ocultando nuestro maligno corazón. Si usted tiene un problema con otra persona, lo mejor que puede hacer es resolver ese problema. Usted podrá temporalmente esconder su odio a la otra persona, pero tarde o temprano el verdadero corazón manchado de maldad saldrá a la luz. Si no puede manejar aún su enojo y rencor, es mejor que sea sincero y prudente en su comportamiento, antes que pecar doblemente con una hipocresía que intenta disfrazar nuestro mal corazón. Cada vez que actuemos con hipocresía estamos actuando como Judas.

Trabajemos en pos del amor, la sinceridad, el perdón, la humildad y la paz con los demás.

 

Efesios 4:25

“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo…”

Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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