2 Corintios 7:13-16
“Por esto hemos sido consolados en vuestra consolación; pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido confortado su espíritu por todos vosotros. Pues si de algo me he gloriado con él respecto de vosotros, no he sido avergonzado, sino que así como en todo os hemos hablado con verdad, también nuestro gloriarnos con Tito resultó verdad. Y su cariño para con vosotros es aun más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor. Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.”
- Muchas cosas pudieron estar afectando a la iglesia en Corinto, pero si de algo podía estar seguro Pablo de que no cambiaría, sino que estaría de buena forma presente, es la predisposición de los hermanos a recibir a los siervos del Señor, tratarlos debidamente, y escucharlos.
- Tito había viajado para visitar la iglesia, pero antes de su viaje, Pablo le había declarado que la iglesia en sí era muy buena. Que los hermanos tenían un gran corazón, y que apreciaba mucho la manera de ser de ellos. Cuando Tito se había reencontrado con Pablo en Macedonia, el reporte del buen trato de la iglesia en favor de Tito había alegrado muchísimo a Pablo (v. 13), y por lo tanto les confirma en esta segunda carta que sus comentarios hechos a Tito no habían resultado falsos, sino muy ciertos (v. 14).
- Tito expresaba con gran afecto la disposición a escuchar las instrucciones que había en Corinto, y que todo lo que lo hacían era porque reverenciaban a Dios sobre todas las cosas, “con temor y temblor” (v. 15).
- Esto trajo gran alegría en Pablo, porque ese buen comportamiento expresado, esa buena disposición de los hermanos, era una característica que el apóstol había conocido muy bien de ellos, y esa disposición no había cambiado, y de la cual él estaba seguro (v. 16).

Un corazón sensible a Dios y temeroso a Él siempre se evidencia en la vida de un creyente. Cuando una persona reverente esta frente a nosotros es muy notorio.
Se observa en la sencillez y amor que tiene la persona para recibir a un hermano en la fe. También lo podemos ver en la manera como escucha y ama la instrucción bíblica, y de como sirve a Dios y los demás. Son personas predispuestas a honrar a Dios en todo lo que hacen.
Un corazón sincero, una fe muy grande, una reverencia profunda, un buen animo a todo, entro otras características, son las manifestadas por una persona con buena disposición. Esa disposición, como lo expresa Pablo, nace de una reverencia sincera a Dios (v. 15).
Lo que somos externamente es lo que somos internamente. Predispongamos nuestra vida a honrar y amar a Dios, busquemos vivir para Él, y pidámosle que nos ayude en ese cambio. Nuestra vida será hermosa en la manera como somos cambiados, y eso será evidente ante los demás. Si hay pocas cosas que realmente impresionan de buena manera a los demás es un carácter tierno y temeroso ante Dios.

«Un corazón temeroso ante Dios siempre se evidenciará en la manera como ama, sirve y obedece a los demás»
Ministerio UMCD