¿Qué piensas cuando escuchas la palabra Iglesia?, ¿sientes que es algo anticuado, o crees que ella hace parte del plan de Dios para nuestra era?…
Archivo de etiqueta: Cambio
¿Cuál es mi identidad?
¿Cómo respondes cuando te preguntan, quién eres?, ¿Sueles responder a esta pregunta con lo que haces, o con la profesión que tienes, o con tu responsabilidad como padre o madre de familia?
Pues la respuesta a esta pregunta es muy importante…
Nuestra vida no tiene que estar vacía
Solo Dios puede cambiar esa risa que enmascara la tristeza en una profunda y verdadera felicidad. Lo que tiene es que poner sus ojos en Cristo, pedirle que restaure su vida, y solamente allí encontrará lo que tanto necesita: Restauración de su vida, significado, y propósito para vivir pleno en Él. ¡Busque a Cristo y encontrará lo que su alma realmente necesita!
¿Te resulta difícil cambiar?
Sí queremos ver cambios significativos en nuestra vida, debemos empezar por cambiar lo que creemos, lo que deseamos y con lo que estamos comprometidos…
¿Cambio de dirección o continuidad?
¿Cómo enfrenta usted una adversidad inesperada? ¿Considera que ese cambio, que muchas veces puede ser brusco, es un cambio completo a lo que se venía haciendo o considera que es una modificación a lo que ya se venía haciendo y que sigue una misma meta, pero con distinta trayectoria?
Presencia condicionada, resultado maravilloso
Cuando hay pecado en la iglesia, y las personas permiten que la carnalidad se manifieste ante las dificultades y los problemas interpersonales (Ga. 5:19-21), las divisiones son evidentes, generando una pérdida de comunión con los demás hermanos y con Dios (1 Jn. 1:6-8).
Analizando mi salvación y viviendo acorde
El día de la salvación marca un antes un después eterno en la vida de un creyente (2 Co. 5:17). El momento que esa persona recibe por fe el regalo inmerecido del perdón de pecados y la vida eterna al depositar su fe en Cristo como su único y suficiente Salvador, ese creyente entra a experimentar una vida espiritual real como resultado de la obra purificadora y regenerativa del Espíritu Santo (Tit. 3:5).
Con corazón temeroso
Lo que somos externamente es lo que somos internamente. Predispongamos nuestra vida a honrar y amar a Dios, busquemos vivir para Él, y pidámosle que nos ayude en ese cambio. Nuestra vida será hermosa en la manera como somos cambiados, y eso será evidente ante los demás. Si hay pocas cosas que realmente impresionan de buena manera a los demás es un carácter tierno y temeroso ante Dios.