Hebreos 11:7
“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.”
La declaración judicial es la manifestación verbal, escrita e incluso por señas, que las partes, peritos y testigos hacen en las causas civiles y criminales. Es además el pronunciamiento de un juez o tribunal acerca de una materia controvertida.
En ‘términos legales’, por así decirlo, la fe es una declaración judicial. Esta declaración judicial es tanto una ratificación de un hecho por parte de un testigo, como al mismo tiempo representa la impartición de un dictamen a favor del declarante y en contra de aquellos que no lo hacen.
Observando en el caso de Noé, miramos que la fe de Noé trajo consigo dos hechos cuando aceptó, por la misma fe, el Plan de Dios. Dios traía juicio a la tierra a causa del pecado del hombre (Génesis 6:11-17), y es por ello que hizo que Noé construyera el medio por el cual librería al hombre de la condenación de dicho juicio. Cuando Noé aceptó lo que Dios dijo, entonces esta declaración de fe trajo justicia en favor de él y de su familia, mientras que trajo juicio en contra de aquellos que no creyeron. Por lo tanto, con esa “fe condenó al mundo” y le otorgó “la justicia que viene por la fe”.
Cuando Abram escuchó de parte de Dios los planes que tenía para su vida, el Señor lo llevó a contemplar el cielo y le expresó que su descendencia sería muy numerosa. Abram, mirando lo que el Dios Juez y Justo declaró, aceptó por fe dichos términos e hizo una aseveración que le impartiría una justificación a su favor (Génesis 15:1-6).
Hablando de nuestra salvación, es la fe la que nos declara justos ante el juicio de Dios. Pablo, en su Carta a los Gálatas nos dice que “el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo”, haciendo que el creyente reciba justificación de sus pecados porque la culpa fue llevada por Cristo a la Cruz, por lo tanto, ya no hay culpa que pagar por parte del hombre (Gálatas 2:16).
El mismo Pablo, en su Carta a los Romanos, nos dice que por las obras de la ley nadie puede ser justificado, ya que la ley nos da a conocer cuáles son nuestros pecados, y que la falta del cumplimiento de esta ley nos trae la condenación; pero que es la fe la que nos otorga gratuitamente la justificación y liberación de la condenación. Esta declaración judicial de fe del hombre es hecha y basada en la expresión justa de parte de Dios, Quién condenó ya a Su Hijo, por lo tanto, como Juez expresa que ya no es necesario más pago para quienes declaran por fe su liberación (Romanos 3:19-28).
Para concluir: La Fe es el medio judicial por el cual el hombre declara como cierto el Juicio y la Justicia de Dios. Esta Fe le trae salvación al hombre que lo expresa, mientras que trae juicio condenatorio para aquellos que aún no lo han hecho. Como Noé, su fe lo salvó, pero al mismo tiempo condenó a los que no creyeron. La fe es una declaración judicial de salvación y/o condenación.
«Dios, gracias por Tu Justicia por medio de Cristo y gracias porque ella nos viene únicamente por nuestra declaración de fe»
Romanos 3:28
“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.”