“Ni le dieron gracias…”

Romanos 1.21 Anexo

Romanos 1:18-22

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios.”

 

Dentro de las actitudes negativas y pecaminosas que existen en el hombre, y que le han hecho mucho daño, se encuentra la INGRATITUD. La falta de agradecimiento es la falta de reconocimiento de los favores recibidos por parte de otros. Es el no valorar todos los beneficios que le han sido otorgados, y que muchas veces ni si quieran han sido merecidos, sino que por gracia le han sido dados.

 

Pablo, hablando en su primer capítulo de la Carta a los Romanos, nos dice que Dios se encuentra airado en gran manera por la falta de gratitud del hombre, que siendo creado y habiendo recibido toda la creación para que viva en ella y la disfrute, se olvida del Creador dejando de reconocerlo como tal, y más, ni siquiera le dan gloria por “su eterno poder y deidad” (Ro 1:20, 21).

 

El hombre que rechaza la teoría de la creación, y se llena de razonamientos vanos y oscuros, es el hombre que no quiere reconocer la existencia real de Dios. En sus pensamientos quieren negar que Dios existe, y más, que Él los ha creado. Buscan fomentar sus teorías falsas para tratar de rechazar algo que no puede ser negado. Dios creó todo lo existente, y entre ello al hombre. Basta con ver la misma creación, sin necesidad de que Dios se manifieste “físicamente”, por así decir, para que el hombre pueda entender y reconocer el poder de Dios y Su misma existencia (Ro 1:19, 20).

 

Pero no solamente los llamados ateos ni los escépticos son desagradecidos. Dentro de los que aceptamos la existencia de Dios hay muchos que vivimos desagradecidos por los favores que recibimos del Señor, y que son a diario. El ego del ser humano le lleva a creer que lo que ha recibido u obtenido ha sido por méritos propios, y que por lo tanto no ha sido un favor recibido, si no un “logro alcanzado”.

 

Es triste también escuchar que muchos dan gracias a “la vida” por las oportunidades y los favores recibidos, como si la vida puede dar o quitar algo, pues ella no puede generar nada. Todo viene o nos es otorgado, no de la vida, sino de Quien nos da vida, y de Quien pertenecen todas las cosas (Sal 24:1).

Romanos 1.21 Color

No permitamos que la ingratitud invada nuestro ser llevándonos a pecar contra Dios y a desconocer sus favores que son infinitos. Reconozcamos a Dios cada día, démosle gracias por cada favor que recibimos, y aún por las cosas que no nos ha dado, pues Él sabe bien qué hace y porqué lo hace.

 

No hay manifestación más grande de ingratitud que el hombre puede expresar que el rechazar a Cristo y Su obra de redención. El hombre en su pecado vive sin esperanza, pero en el amor eterno de Dios, sacrifica a Su Unigénito Hijo para que muera en la cruz y dar una oportunidad al hombre para vivir junto a Él en la eternidad. Aceptar a Cristo como Salvador, es aceptar con inmensa gratitud el favor más grande de Dios hacia el hombre pecador.

 

«Dios Todopoderoso y Eterno, tuya es mi vida, lo que soy y lo que hago, gracias infinitas por lo que me has brindado. Pero, sobre todo, muchas gracias por entregar a Tu Hijo Jesucristo para que muera por mí»

 

Deuteronomio 8:12-14

“no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.”

Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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