Marcos 5:1-5, 15-20
“Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras… Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.”
- Emancipar es la acción de libertad de una persona después de estar bajo la patria potestad, la tutela o la servidumbre de alguien.
- El gadareno estaba bajo el poder de los demonios que lo atormentaban diariamente y lo tenía atado a una vida de oscuridad.
- El deseo de este hombre era no desprenderse del Señor, por eso le pide que le permita estar con Él. Estaba agradecido por la libertad que había recibido.
- Jesucristo le pidió que vaya y cuente a otros lo que le había acontecido, y este hombre lleno de felicidad fue a contar a la ciudad su “relato de emancipación”.
- Nosotros también tenemos un “relato” que contar, el de la liberación del pecado y la condenación.
El endemoniado gadareno debió estar tan agradecido por la liberación que Jesús le otorgó, al rescatarlo del control de los demonios, que decidió pedirle al Señor que le permita quedarse con Él. Su gratitud es un ejemplo a seguir por la libertad que Cristo nos otorga por medio de la salvación.
El mandato de la gran comisión (Mt. 28:18-20) es ir por todo el mundo a contar sobre nuestro relato de emancipación en Cristo, para que otros puedan también ser liberados. Esto es lo que cumplió también en gadareno (Mr. 5:20), otro gran ejemplo a seguir.
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“Todos los creyentes en Cristo tenemos nuestro propio “relato de emancipación” que contar a un mundo que está necesitado de escuchar cómo tener libertad del pecado y de la condenación.”
Ministerio UMCD
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