Marcos 11:24-26
“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.”
- Mientras el Señor enseñaba sobre la necesidad de tener fe en la oración (Mr. 11:22-24), Él les recuerda a los discípulos que también hay que perdonar.
- Para que la oración llegue a Dios, debe existir en nosotros una actitud santa en la manera como vivimos.
- La falta de obediencia al orar por no perdonar genera un conflicto en nuestra relación con Dios y en la eficacia de nuestras oraciones.
Muchos consideran que el perdonar es un acto que debe nacer en el corazón del hombre, y por eso, muchos deciden no perdonar porque no brota de su ser ese deseo. Este hecho real no va a ayudar al ofendido, ya que hay muchas cosas que nuestra pecaminosidad no nos va a dejar hacer porque no son propias de la conducta carnal, y el rencor es uno de ello.
Nosotros debemos decidir alinearnos a la voluntad de Dios con el propósito de ceder a Su voluntad y ceder a la obra del Espíritu Santo.
La palabra “perdonad” que se traduce en este pasaje tiene el concepto o la idea de dejar, enviar fuera, despedir o abandonar. Una persona debe “dejar” de mantener el rencor o de “despedir” el recuerdo de la deuda de alguien tiene en contra. Con este concepto, lo que debemos hacer es sacar de nosotros esa actitud negativa que está en contra de alguien, o de “abandonar” el deseo de buscar restitución.
Además, este verbo se encuentra conjugado en forma imperativa, haciéndolo un mandamiento a obedecer. Nuestra decisión debe ser seguir las directrices divinas para nuestro bienestar.
Podemos concluir que la oración no solo debe estar formada con un corazón creyente, sino, con uno santo también. Como diría un comentarista: «El acto de perdonar es una decisión que viene como el deseo de cumplir la voluntad de Dios»

«El acto de perdonar es una decisión que viene con el deseo de cumplir la voluntad de Dios»
Ministerio UMCD