Marcos 11:27-33
“Volvieron entonces a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas? Jesús, respondiendo, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme. Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? ¿Y si decimos, de los hombres…? Pero temían al pueblo, pues todos tenían a Juan como un verdadero profeta. Así que, respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.”
- En los pasajes paralelos de Mateo y Lucas podemos observar que Jesucristo estaba enseñando al pueblo en el templo y en ese momento los sacerdotes y escribas se acercan a preguntarle sobre su autoridad. (Mt. 21:23; Lc. 20:1)
- Además, el día anterior Jesús había volteado la mesa de los cambistas, y ellos todavía estaban impactados y molestos por lo que estaba sucediendo. (Mr. 11:15-19)
- Antes de responder la pregunta, Jesús hace otra pregunta para ponerlos a ellos en actitud defensiva y no ofensiva.
- La pregunta tenía el propósito de revelar si realmente ellos reconocían la autoridad de Dios a través de los hechos de Juan el Bautista, a lo que ellos no quisieron dar respuesta por miedo a la reacción del pueblo.
- Jesús expuso el verdadero corazón de estos falsos maestros ante todo el pueblo, ellos no querían reconocer a Dios ni a Sus mensajeros en sus vidas.
El hombre que rechaza la autoridad de Dios en su vida siempre cuestionará Su voluntad. Le cuesta al hombre rebelde aceptar lo que Dios hace o dice en Su Palabra. Por nuestra naturaleza pecaminosa, muchos tenemos una actitud rebelde ante Dios.
Desde la caída del hombre, todos tenemos esta actitud de rechazo ante Aquel que por derecho tiene toda autoridad. Ese rechazo se observa en la manera como aceptamos Su Palabra también. Muchos no quieren aceptar la autoridad de la Biblia, queriendo argumentar que es algo inventado por el mismo hombre rechazan la inspiración divina de las Escrituras. Muchos otros sobreponen sobre la enseñanza de la Biblia los preceptos creados por el mismo hombre, dando mayor autoridad a lo que ellos piensan antes que a lo dicho por Dios.
Reconocer la autoridad de Dios es aceptar Su Palabra como máxima autoridad en nuestras vidas, y también implica que aceptamos lo que Él desee hacer como lo justo y necesario para nosotros. Esto es tener temor de Dios, y esto es prudente y bueno.
¡Creer realmente en Dios es reconocer Su autoridad sobre todo!

«Dios sabe muy bien lo que hace en nuestras vidas y lo dice a través de Su Palabra, bien haríamos en reconocer Su autoridad por derecho y vivir en sometimiento a ello»
Ministerio UMCD
Dios bendiga su ministerio.
Saludos desde México
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Muchísimas gracias Hugo… Dios nos ayude con Su poder para poder cumplir Su voluntad… saludos a los hermanos en México… 🙏🏼👋🏼😊
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