Departamento del Desarme.
Miqueas 4:1-4
“Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.”
La ONU ha calculado que la cantidad del gasto militar en todo el mundo se eleva a un billón 339 mil millones contra 19 mil millones dólares asignados a la lucha contra el hambre y la malnutrición. Por esta razón se estableció en 1998 el Departamento de Asuntos de Desarme (UNODA).
La Oficina promueve los objetivos de desarme nuclear y no proliferación, y el fortalecimiento de los regímenes de desarme con respecto a otras armas de destrucción en masa, armas químicas y biológicas. Fomenta, además, las iniciativas de desarme en el ámbito de las armas convencionales, en especial de las minas terrestres y las armas pequeñas, que son el tipo de armas preferidas en los conflictos contemporáneos. Además, fomenta la elaboración y aplicación de medidas concretas de desarme tras un conflicto, como el desarme y la desmovilización de los excombatientes y el apoyo a su reintegración en la sociedad civil.
Y aunque esta oficina ha sido una gran herramienta de colaboración en la búsqueda de la paz, por cierto, que cada vez más se levantan nuevas naciones o grupos armados que tratan siempre de obtener el poder y el control de cierta área geográfica, o de, como en muchos casos, crear caos por medio de ataques terroristas para traer desestabilización de algún pueblo o nación.
La paz mundial es una gran meta buscada por muchos, quienes hacen grandes esfuerzos por conseguirla, pero sin un logro definitivo. Para desconsuelo de muchos, esta meta parecería que nunca llegará al ritmo en que la violencia sigue incrementándose. Jesucristo mismo lo advirtió que se oirá de “guerras y rumores de guerras”, también “se levantará nación contra nación y reino contra reino” (Mateo 24:6, 7), pero esto solamente será el “principio de dolores” (Mateo 24:8).
Durante el tiempo de la tribulación que está por venir y que está claramente anticipado en la Biblia, se levantará el anticristo quien por 3 años y medio gobernará con aparente paz, engañando a muchos sobre su autoridad; pero esta paz desaparecerá por completo a la mitad de la tribulación, y entonces una gran perturbación a nivel mundial se desatará por conquistar Jerusalén, como nunca antes se haya visto.
Pero Cristo, nuestro Rey Soberano vendrá con poder y autoridad al final de ese horrendo período, vendrá con sus santos como ejército (Zacarías 14:5), destruirá a su enemigo con la espada que saldrá de su boca (Apocalipsis 19:15). Establecerá Su reino en la tierra y desde Sion saldrá la ley y Su Palabra, establecerá finalmente la paz tan anhelada y las armas será convertidas en herramientas para cultivar (Miqueas 4:1-4). Ahí si habrá verdadera paz.
Muchos anhelan ver ese día de la tan preciosa paz, pero no todos la verán. Para poder estar ahí y disfrutar de la presencia de Dios y de su paz necesitamos estar a cuentas con Él. Cristo quiere darle esa paz, ponga su fe en la obra redentora en la Cruz, pida perdón de sus pecados, pida a Jesús que lo libre de la condenación, y solamente así podrá ver al Rey gobernar en esta anhelada “paz mundial”.
«Jesucristo, gracias por morir en la cruz por mis pecados, eso trajo eterna paz a mi alma pecadora»
Romanos 5:1
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”