Lucas 22:7-13
“Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos. Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos? Él les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare, y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí. Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.”
Larry es el nombre de la persona encargada de mantener las instalaciones del campamento donde la iglesia a la que asisto pasó un fin de semana. El campamento se encuentra en un pequeño valle cercano y es cuidado por este hombre que trabaja durante todo el año atendiendo de este especial lugar. Larry es una persona especial, su carácter y hospitalidad son dignas de ser reconocidas.
Conversando con él un día, contó la historia de una escuela cristiana que por dos años seguidos habían traído entre sus alumnos, para un retiro espiritual anual, a dos hermanos originarios de China que habían venido por intercambio estudiantil. Primero vino el varón de los dos hermanos, y al año siguiente la hermana menor. Cada hermano llegó a conocer a Jesús como su Salvador personal en el tiempo en que pasaron de retiro en el campamento que Larry cuida. Este emocionado hombre nos contaba que los jóvenes chinos habían escrito una carta a la escuela y a Larry para decir que ahora toda la familia que se encuentra en China es creyente y que ellos tienen ahora una iglesia encubierta (Underground Church) allá.
Tal vez no todos lleguemos apreciar ahora lo que Larry hace, pero su trabajo tiene seguro reconocimiento en el cielo, cuando se vea el fruto de todo lo sucedido en las instalaciones durante los años que este gran hombre ha cuidado del campamento.
Hubo otro hombre, el “padre de familia”, que dispuso el “aposento alto” para que Jesús comparta con Sus discípulos uno de los momentos más especiales de Su ministerio en la tierra, la Ultima Cena. En este lugar Jesús otorgó muchas instrucciones y enseñanzas a los discípulos antes de Su partida, lavo sus pies y oró por ellos (Jn 13 – 17). Nadie sabe exactamente quien fue este “padre de familia”, pero lo sabremos cuando estemos en el cielo y llegaremos a conocer al hombre que dispuso el lugar para la última noche del Señor antes de la muerte en la Cruz.
Así como Larry o el “padre de familia”, muchos aportan con aparentes servicios poco relevantes, pero que son vitales para la obra de Dios (2 Co 12:14-25). Estos hombres no llegarán tal vez a sobresalir como un gran predicador o no llegarán a estar en algún puesto relevante en las iglesias; pero su servicio es gran aporte en los momentos más especiales de las vidas de otros. El servicio al Señor nunca será ignorado por Dios; y aunque los demás no lo notemos, es de gran importancia (He 6:10). Y usted, ¿está sirviendo en su iglesia hoy?
«Gracias Señor por todos aquellos que con amor ministran y bendicen nuestras vidas»
Hebreos 6:10
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.”