Marcos 7:9-13
“Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas.”
- Muchos pensamientos de hombres pueden generan una perspectiva equivocada de cómo debe ser la honra que se debe otorgar a los padres.
- Los fariseos estaban usando una tradición (el Corbán) para no obligar a los hijos a honrar a los padres.
- El mandamiento de honrar a los padres está dentro de los primeros mandamientos dados por Dios al hombre. (Éx. 20:12)
- Una actitud irreverente a los padres, indistintamente de la manera de cómo fueren ellos, muestra rebeldía e ingratitud. (2 Ti. 3:2)
Jesucristo estaba reprendiendo a los fariseos que habían estado enseñando a los hijos a no honrar a los padres mediante el uso de una tradición establecida por el hombre. El Corbán era un compromiso que se hacía con Dios para ofrecer algún bien material de forma sagrada, eso es, que no se podía destinar para nada más.
Esta tradición daba la oportunidad a los hijos a no honrar a los padres que podrían encontrarse en necesidad; haciendo uso del Corbán podían escusarse para no atender la necesidad de sus progenitores. Esta tradición le quitaba valor a la voluntad de Dios, quitándola de autoridad, para imponer una de hombres.
Hoy en día se usa una frase que dice: “Padre no es quien te dio la vida, sino quien te crió”, haciendo mención que un padre no es la persona por medio del cual Dios brindó la vida al hijo, sino aquella persona que ha pasado años cuidando o velando por los intereses de un hijo. El verdadero agradecimiento y honra debe ser dado a ambos.
Si bien, muchos padres no han actuado apropiadamente con sus hijos, los hijos debemos honrarlos, amarlos, y si es necesario, perdonarlos, indistintamente de su comportamiento hacia sus hijos. La honra a los padres es claramente enseñada en toda la Biblia, y el enseñar algo distinto, es actuar como los fariseos, quienes, sobreponiendo peso en un punto de vista humano, desautorizaban la Palabra de Dios.

“Indistintamente del comportamiento de los padres, un hijo debe honrarlos, como una manera de honrar a Dios.”
Ministerio UMCD