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Josué 10:5-14
“Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon cerca de Gabaón, y pelearon contra ella. Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros. Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes. Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti. Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal. Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada. Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.”
¿Está dispuesto Dios a ayudar a todo hombre que necesita de Su favor? ¿Y será que Dios nos va a ayudar en todo lo que queramos en todo momento? Estas preguntas son muy comunes entre las personas cuando enfrentan una necesidad y requieren la ayuda del Señor, pero no siempre le buscan, o sea porque no creen que Dios pueda escucharlos, o en algún momento pidieron Su favor y no tuvieron lo pedido.
Las respuestas a estas interrogantes son un sí y un no, curiosamente. Sí, Dios sí puede intervenir en todo momento que Él quisiera si fuera necesario. Sí, Dios siempre escucha todas nuestras oraciones. Sí, Dios sí nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Pero no, Dios no siempre responderá en nuestro favor cuando lo pedido no está dentro de Sus planes favorables para nosotros o cuando lo que pedimos es pecaminoso o estamos en pecado, en esos casos Dios no responderá a nuestras peticiones.
Dios es Soberano, Todopoderoso, Santo, Sabio, Justo, Omnipresente y Misericordioso; y en conjunto a estos atributos el Señor obrará de acuerdo con Sus planes eternos y Sus propósitos en nuestra vida.

Gabaón se hallaba en aprietos, a causa de su deseo de aliarse con Israel se encontró ahora en el lado enemigo de los moradores de las montañas del Neguev y de Canaán en dirección al Mar Mediterráneo. El rey de Jerusalén llama a una coalición en represalia a este acto de los gabaonitas y cuatro reyes más de los amorreos se unen para dar una lección a Gabaón: los reyes de Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón. (Jos. 10:1-5)
Los gabaonitas piden ayuda a sus nuevos aliados, y Josué responde inmediatamente con todo el ejercito de Israel para combatir en la batalla (v. 6-7). En ese momento Dios se le acerca a Josué y le dice: “No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti” (v. 8). Dios tenía los propósitos de destruir a todos estos pueblos, y utilizando esta batalla, Él le daría toda la capacidad a Josué para vencerlos.
La batalla se prolongó durante todo el día, y Josué quería acabar con todos ellos ese mismo día, así que recibe una ayuda milagrosa de Dios. En primer lugar, el Señor envía granizo muy grande del cielo para dar muerte a un gran numero de los soldados, y para no dejar que la noche brindara a los enemigos la posibilidad de huir, Josué pide que el sol se detenga hasta lograr su cometido, y el sol se detuvo milagrosamente en toda la tierra por casi un día entero más (v. 11-13). ¿Por qué? “… porque Jehová peleaba por Israel”. (v. 14)
Dios estaba obrando con milagros que nunca más se han repetido en la historia con el propósito de cumplir con Sus planes, y aprovechando esta batalla, Él escuchó a Josué e hizo lo que le pidió. Eran los planes de Dios en los propósitos en favor de Josué e Israel.
Como podemos aprender de esta historia, Dios sí escucha y obra poderosamente cuando lo que se pide está dentro de Su voluntad. Dios hará cosas que nos sorprenderá cuando lo que pedimos está dentro de Sus designios eternos (Ef. 3:20). Esta lección nos recuerda que no se trata de nuestros planes o voluntad, sino de los Suyos, y ahí Dios escuchará la voz de nuestro clamor.

«Cuando Dios quiere hacer algo dentro de Sus planes hasta los milagros pueden ocurrir, todo para que Él sea glorificado»
Ministerio UMCD