Unas lecciones para el “rey”

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Proverbios 14:28, 31-35
“En la multitud del pueblo está la gloria del rey;
Y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe. […]
El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor;
Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.
Por su maldad será lanzado el impío;
Mas el justo en su muerte tiene esperanza.
En el corazón del prudente reposa la sabiduría;
Pero no es conocida en medio de los necios.
La justicia engrandece a la nación;
Mas el pecado es afrenta de las naciones.

La benevolencia del rey es para con el servidor entendido;
Mas su enojo contra el que lo avergüenza.”

El destino de una nación, de un pueblo o una ciudad, aún de una organización o del vínculo más íntimo como la familia, depende en gran parte del liderazgo de aquel a cargo. Sea un presidente, un gobernador, un alcalde, un gerente, el propietario de un negocio, sobre todo, el rumbo de un hogar, está a cargo de un líder.

Es la visión del líder y la manera como conduce y encamina esa visión en su organización es lo que dará la dirección y traerá el éxito de aquello a lo que representa y guía. Pero no siempre la persona a cargo está caminando bajo las directrices correctas, y es su comportamiento y su trabajo lo que afecta en gran manera el desempeño de aquello sobre lo que dirige.



Los versículos que estamos estudiando nos enseñan algunos principios que pueden ser una guía de cómo está cumpliendo su desempeño el “rey”:

  1. Su popularidad: Un “rey” que tiene muchos seguidores expresa que tiene aceptación entre los suyos. Es bueno siempre mirar si somos aceptados por todos para saber si ellos confían o no. (v. 28)
  2. Su buen trato a los demás: Si el “rey” es despiadado o maltrata mucho a los que están bajo su liderazgo, entonces tiene un problema de falta de prudencia en la manera de dirigir, y eso no le agrada a Dios, menos lo honra (v. 31-32; Ef. 6:9). Recordemos que el “rey” es representante de Dios, ya que Él es quien le ha permitido obtener ese cargo. (Dn. 4:32)
  3. Su buen entendimiento: Si el “rey” es sabio, comprende que necesitará de Dios para entender el mejor camino para hacer las cosas. Dios es Quien puede darle sabiduría y prudencia (1 R. 3:5-13), pero si el “rey” es necio, entonces lo que hará no será prosperado (v. 33).
  4. Su justicia y rectitud: El “rey” debe ser justo para juzgar y recto para actuar. Cuando el “rey” decide caminar en pos del pecado o de la injusticia, entonces eso se reflejará en la vida de aquellos que lo siguen, y esto es una vergüenza para quienes están bajo su liderazgo (v. 34). El “rey” debe reflejar el carácter de Dios en todo aspecto.
  5. Su agradecimiento en reconocimiento: Un “rey” debe saber tratar con reconocimiento a aquellos que le sirven fielmente, y buscar que todos cumplan sus responsabilidades con altura para que beneficien a todos. Un “rey” también sabrá impartir disciplina para aquellos que “lo avergüenzan” (v. 35).

Como hemos podido aprender, el líder debe saber actuar, gobernar y guiar a su pueblo para que su liderazgo sea de bendición para quienes lo rodean. Sea que estemos en el trabajo, en la iglesia, en algún cargo público, pero sobre todo en el hogar; aquellos que somos líderes tenemos una gran responsabilidad a cargo, y por eso debemos responder con diligencia y buena conducta ante Aquel quien nos ha brindado la oportunidad de servirle como líderes, es decir, a Dios.


«Un buen líder debe comportarse a la altura del encargo otorgado por Dios, el no cumplirlo correctamente afrenta al Señor y trae deshonra a quienes lidera y sirve»

Ministerio UMCD

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Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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