Fe que rompe esquemas.
Mateo 9:27-29
“Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.”
La Fe es uno de los requisitos valiosos para tener una vida victoriosa y transformadora. La Fe nos lleva a lugares no imaginados y a desarrollar tareas no esperadas por el hombre (Hebreos 11:6). Nuestra confianza en Dios hará que nuestra vida salga de lo normal y se mueva a lo extraordinario (Hebreos 11:7-40). Una vida estándar no se puede comparar con lo que una vida de Fe nos puede dar, podrá tener éxito ante los ojos del hombre, pero solamente podrá tener éxito delante de Dios cuando su vida sea impulsada por la Fe.
En el pasaje de Mateo 9 podemos aprender de una serie de personas que nos expresan una gran vida de Fe. Ellos muestran con sus vidas que su Fe era tal que sobresalía de los demás, y por ello quedaron registrados en éste capítulo.
Ayudaron a otros a encontrar al Señor. Los cuatro amigos del paralítico expresaron su Fe al tomar a su amigo imposibilitado y le ayudaron, no sólo a encontrar sanidad para su cuerpo, sino que halló con ello salvación (vv. 1-8).
Siguieron al Señor. Mateo, teniendo un lucroso trabajo decidió dejar todo atrás y ponerse a cuentas con Jesús con el deseo de seguir fielmente al Señor, y llegó a escribir este fantástico Evangelio (vv. 9-10).
Buscaron perdón y salvación. Mientras muchos criticaron a Jesús porque andaba con pecadores, el Señor los exaltó porque lo buscaron y Él en persona dijo que había venido por ellos (vv. 11-13).
Aprendieron la verdad. Jesucristo dijo que una persona puede aprender más pero tenían que dejar todo lo mal aprendido en el pasado y dejar que la verdad de la Biblia llene sus vidas (vv. 14-17).
Hallaron sanidad. La hija de Jairo, la mujer con flujo, los dos ciegos, el paralítico, y un endemoniado que no podía hablar, todos ellos fueron sanados por su Fe (vv. 1-30).
Expulsaron demonios. Cuando buscaban a Jesucristo, sabían que solamente el Señor, y bajo Su Nombre, los demonios se postraban (vv. 32-34).
Proclamaban las maravillas de Dios. Ellos iban caminando por todo lado hablando de Dios y de todo lo que el Señor había hecho en sus vidas (vv. 31-32).
Oraban por la necesidad de más obreros. Jesucristo, al caminar por los pueblos vio la necesidad que había por más obreros que vayan a servir en la viña. Leemos en los versículos siguientes que aquellos que oraron también respondieron al llamado (9:35 – 10:15).
Hay una vida excitante esperando por aquellos que desean salir con Fe a conquistar el mundo por Cristo. ¿Está listo para la aventura? ¿Está dispuesto a mirar las grandiosas obras de Dios?
¡Todo se dará de acuerdo a su Fe!
Hebreos 11:32-34
“¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”