¿Hasta cuándo vamos a seguir así?

Hechos 26.14 Anexo

Hechos 26:12-15

“Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes, cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.”

 

¿Ha visto la determinación desobediente con la que un niño no sigue las advertencias de sus padres? Todos hemos visto a un niño recibir la orden de no tocar algo, y lo primero que hacen es ir en contra de la orden. Ahora, pensemos en lo que podría ser cuando a ese mismo niño se le advierte que plancha caliente, y después de desobedecer va y se quema, y no contento con ello se acerca de nuevo y se quema una y otra vez. ¿Qué le impulsaría al niño hacer esto? Tristemente la respuesta sería: La Rebeldía y la Necedad.

 

La Rebeldía es la acción de ir en contra de una autoridad, mientras que la Necedad es hacer algo con ignorancia u obstinación.

 

Pablo estaba persiguiendo a los creyentes para apresarlos, y si era necesario, matarlos. Su errada convicción lo motivaba despiadadamente a seguir a todo creyente en cualquier lugar en donde ellos estaban. Pero como lo dijo Jesús, él estaba dando “coces contra el aguijón” (v. 14).

 

Dar coces o cocear es la acción que un animal, especialmente un équido, hace cuando levanta sus extremidades posteriores hacia arriba de forma violenta. Ahora, imaginemos al caballo dando coces fuertemente contra un aguijón. Este concepto es lo que Jesús quiso darle a Pablo, y el daño que él solo se hacía con su actitud.

 

Saulo había escuchado el mensaje sobre Jesús dado por Esteban; todos los presentes, incluyéndole, consintieron la muerte del discípulo (Hch 7:1 – 8:1). Como estudiante de la ley él había estado aprendiendo de los mejores maestros judíos de su época (Hch 22:3), y a pesar de ello, no se sometía a la Palabra de Dios, esto lo hacía Rebelde. Como si fuera poco, buscó el apoyo de los sacerdotes para perseguir a más cristianos, pues en su opinión era correcto, esto lo hacía Necio. Quería ir en contra de Dios y Su Palabra, y persistiría en ello con obstinación a pesar de las consecuencias.

Hechos 26.14 Color

No permitamos que nuestra rebeldía nos aleje del sometimiento a la voluntad de Dios, y oremos para que el Señor nos dé entendimiento de Su Palabra. Muchos podemos estar como Pablo, dando “coces contra el aguijón”, cuando no hacemos la voluntad del Señor y en nuestra necedad nos damos contra las consecuencias de nuestras malas decisiones.

 

Muy duro tuvo que haber sido para Saulo encontrarse con el Señor y darse cuenta de todo su grave error (Hch 26:14, 15), pero este encuentro le permitió cambiar de actitud y escuchar a Jesús, entender Su voluntad y vivir para hacerla (Hch 26:16-20). Tal vez nosotros también necesitemos de un sacudón en nuestra vida para reencontrarnos con Dios. Un encuentro personal con Nuestro Señor Jesucristo cambia nuestra vida y nuestro propósito de vivir.

 

«Señor Jesucristo, si mi vida no es la que Tú esperas de mí, te pido que me sacudas si es necesario, y ayúdame a vivir para Ti»

 

Salmos 119:73

“Tus manos me hicieron y me formaron;
Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.”

Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

2 comentarios sobre “¿Hasta cuándo vamos a seguir así?

  1. Me gusto mucho, de verdad aun estando en los caminos del señor vivimos en necedad, y la escusa perfecta es de humanos errar, y no deberia ser ya que como hijos de Dios tenemos que buscar la maneta de vivir conforme a la voluntad de nuestro padre, esto me vino como anillo al dedo. Dios los Bendiga

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  2. bonita frase es muy cierto a veces caminamos en nuestra propia decisión y no le damos lugar a nuestro amado Dios, para así tomar decisiones correctas, saludos y bendiciones

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