Aprendiendo de experiencia ajena

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1 Corintios 10:1-6

“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.”

  1. Pablo había estado hablando del esfuerzo que cada creyente requiere al vivir una vida disciplinada para agradar al Señor, mientras camina predicando el evangelio (1 Co. 9:24-27); y continuando con esa enseñanza introduce lo sucedido al pueblo de Israel para que aprendamos de ellos.
  2. Pablo utiliza la ilustración de la liberación, guía, protección y provisión que ellos tuvieron para que miren la gracia y la misericordia del Señor al liberar a los israelitas de Egipto (vv. 1-4).
  3. Pero les recuerda que a causa de la desobediencia, incredulidad e ingratitud, ellos rechazaron al Señor y a Su voluntad, y por ello muchos murieron; y que unos pocos recibieron la promesa, eso es: Josué, Caleb y todos los varones menores de 20 años a la fecha de la declaración del castigo (v. 5; Comp. Nm. 14.28-30).
  4. “Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros” dice Pablo (v. 6), llevando a reflexionar a los lectores para que recordemos que no solamente está nuestra responsabilidad de agradar a Dios, sino que la desobediencia a ello puede traer graves consecuencias.


La Biblia habla mucho de la persona sabia, y nos recuerda que una de las características del sabio es aprender del consejo de otros y mirar su propio camino para reflexionar en él (Pr. 1:5; 8:33; 9:9; 14:8). El sabio además mira el comportamiento de otros, y tomando consejo actúa prudentemente (Pr. 6:6; 13:20). Y lo que Pablo nos enseña en estos versículos es un consejo sabio: «Miren el ejemplo del pueblo israelita, analicen como les fue a ellos, y tomen medidas necesarias para que sus vidas no terminen como la de ellos».

Cada uno de nosotros tenemos una vida por delante, y a cada paso que damos estamos bajo la presencia de un Dios que lo ve y juzga todo.

Si deseamos tener una vida buena, llena de bendiciones y bajo la protección del Señor, tenemos que vivar agradándole en obediencia, como una muestra de nuestro agradecimiento y reconocimiento por todo lo que ha hecho por nosotros.

Al igual que Israel, todos los creyentes hemos sido liberados del pecado por la misericordiosa bondad del Señor. Por Su gracia hemos recibido lo que no merecíamos, y tenemos la seguridad de que estaremos en Su presencia el día que partamos de este mundo. Pero mientras ese día llegue, ¿por qué no vivir consagrados a Él?

El Señor nos está dando un ejemplo del resultado de la obediencia y la desobediencia. Sabios seremos si aprendemos del ejemplo ajeno y tomamos los correctivos en nuestra vida para hacer lo que traerá bendiciones.



«Si desea aprender principios de vida, la Biblia tiene cientos de páginas llenas de muy buenos ejemplos»

–Ministerio UMCD–
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Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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