¿Vacilante?

Nosotros como creyentes debemos mirar al carácter de Dios y vivir reflejándolo en todas nuestras áreas de vida. Debemos dar gracias al Señor por su carácter fiel, podemos confiar en Su Palabra y descansar en sus promesas. Pero al mismo tiempo daremos honra a Su Nombre si nosotros manifestamos ese mismo carácter ante los demás.

La dicha del testimonio ajeno

Así como el padre, quien con esfuerzo educa y ayuda a un hijo a ser hombre de bien, y cuando este ha crecido manifiesta una vida provechosa y de buen comportamiento, y en esa vida se gloría; o del hijo que ve a su padre ser reconocido por alguna labor de su progenitor; así el creyente puede regocijarse en el buen testimonio de la persona que haya sido su discípulo o su discipulador.

La academia de la consolación

Las pruebas tienen el propósito de renovar nuestro interior, sacando lo indeseable y forjando un carácter similar al del Señor (Ro. 5:1-5; Stg. 1:3-5; 1 P. 1:6-9). Mientras estemos en esta vida siempre enfrentaremos tribulaciones, eso es parte de vivir en un mundo caído, y Dios permite que lleguen a nuestras vidas esas dificultades para nuestra transformación mientras Él nos ayuda a salir en victoria (Jn. 16:33).