Hebreos 10:23-25
“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
¿Cuáles son las motivaciones que le hacen asistir a la iglesia? ¿Con qué frecuencia asiste a la iglesia? ¿Cuándo va a la iglesia, cuál es su función en ella: oyente o participante? ¿Si no asiste a la iglesia, cuán afectado cree realmente que está? ¿Cree usted que su asistencia a la iglesia es algo que a Dios le importa o no, y si es así, qué tanto?
Un pensamiento que encontré decía así:
“MI AUSENCIA DE LA IGLESIA”
Hizo que algunos dudaran de que el cristianismo sea real.
Hizo que otros pensaran que yo soy un hipócrita.
Hizo que muchos consideraran mi bienestar espiritual y el de los demás como asunto sin importancia.
Hizo que se debilitara la eficacia del culto en la iglesia.
Hizo que el predicador encontrara más difícil presentar el mensaje.
Hizo que los hermanos se desalentaran y, por ende, no alcanzaran una bendición de Dios.
Hizo que muchos dejaran de asistir a la iglesia.
Hizo que me fuera más difícil enfrentarme a las tentaciones del maligno.
Hizo que el diablo tuviera más poder sobre las almas perdidas.
Hizo que se propagara más el hábito de no asistir a la iglesia.—Noticiero de la Fe. (500 Ilustraciones)
La Palabra de Dios nos muestra que el asistir a la iglesia, o el “congregarnos”, tiene varios beneficios espirituales, tanto colectivos, como personales.
ALIENTO: Cuando asisto a la iglesia, estamos estimulándonos por medio del amor fraternal unos a otros. Ese amor hacia los demás me estimula a obrar para el bien de ellos (He 10:24).
EDIFICACIÓN: Cuando asisto a la iglesia soy edificado para crecer a la imagen de Cristo por medio de la obra de otros (Ef 4:11-16).
SERVICIO: Cuando asisto a la iglesia participo espiritualmente usando los dones espirituales que el Espíritu Santo me ha dado, y por los cuales estoy capacitado para servir solamente en la iglesia (Ro 12:3-8)
SANTIFICACIÓN: Cristo está por venir para llevar a Su Iglesia, o sea, a los creyentes. No sabemos el día ni la hora de Su venida; pero que hermoso sería que el día de Su visitación estemos congregados adorándolo, mientras viene a vernos, y no haciendo cosas no apropiadas (He 10:25).
CELEBRACIÓN: La razón por la que nos reunimos en domingo es para celebrar la obra Redentora de Cristo: Su muerte, sepultura y resurrección (Mr 16:9; Hch 20:7).
ADORACIÓN: Cuando asisto a la iglesia, me congrego con otros creyentes para adorar a Dios por medio de las canciones y la predicación de Su Palabra (Hch 2:41-47).
EXPERIENCIA: Cuando asisto a la iglesia experimento la presencia de Dios en forma colectiva, tanto en mi vida, como en la vida de otros (Mt 18:19, 20).
BUENA COSTUMBRE: Cuando asisto a la iglesia estoy desarrollando una costumbre provechosa para mí y los míos (He 10:25).
Si por alguna razón no está asistiendo regularmente pregúntese entonces cuánto está perdiendo por no ir; pero si asiste con frecuencia y propósito, no lo deje de hacer, y goce de la hermosa manifestación de Dios en medio de Su pueblo.
«Gracias Jesús por Tu Iglesia, la manifestación de Tu reino y poder aquí en la Tierra»
1 Timoteo 3:15
“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.”
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