Hay palabras que hieren y otras que sanan

Muchas veces no nos damos cuenta del poder que tienen las palabras en los receptores. Nuestras palabras tienen gran poder, bueno o malo, en función de la manera cómo las expresamos, el motivo que las genera, y el corazón de quienes las reciben.

No invite al tornado a entrar en casa

Es muy importante tener cuidado en nuestras vidas y en las decisiones que tomamos o en los comportamientos inapropiados que dejamos que estén en nuestras vidas y en nuestra casa. No permitamos que nuestros errores vengan a destruir el hogar y que lo único que lleguemos a cosechar es el “viento”.

¿Ante quién y/o por qué me alabo?

La vanidad es un enemigo silencioso, que llega a afectar terriblemente la correcta perspectiva de las personas. Este pensamiento, que nace del pecado del orgullo, lleva a las personas afectadas a considerar todo de una manera insustancial, fundando valores en una simple ostentación sin fundamento. Puede cegar el entendimiento y llevarle a vivir un estatus irreal basado en apariencias y obstaculizando la debida apreciación de cada persona o cosa.

¿Para qué debe usar la autoridad el pastor?

El mal uso de la autoridad se observa en muchas esferas de la vida: Política, gubernamental, laboral, familiar, etc., aún en las iglesias. El aprovechamiento de esa posición que brinda ciertos privilegios sobre otros, y que le otorga cierto “dominio” sobre alguna área o grupo de personas, hace que aquellos en autoridad tomen ventajas de sus prerrogativas para uso propio o para menoscabo de otros.

Los dones son para edificación, no confusión

Dios es un Dios de orden, en todo lo que vemos de la creación podemos ver este patrón de su forma de actuar, y de esta misma manera Él espera que los creyentes vivamos ordenadamente, aún dentro de Su Iglesia. Lo que estaba pasando en la iglesia en Corinto era todo lo contrario, por esto Pablo escribe toda esta carta para corregir problemas, y uno de ellos era el mal uso del don de lenguas (1 Co. 14).

¿Existen lenguas angélicas?

La dependencia del Espíritu Santo, el uso de una buena hermenéutica nos ayuda a comprender bien los pasajes para poder comprender lo que Dios en Su Palabra nos ha revelado. Nuestra responsabilidad es conocer la Palabra de Dios y su enseñanza correctamente para poder trasmitirla apropiadamente.

Integración y unidad en la iglesia

El cuerpo de Cristo, conocida mejor como Su iglesia, tiene una diversidad de miembros (los creyentes) que apropiadamente encajan y funcionan como las partes del cuerpo humano; entonces todos nosotros debemos buscar la manera cómo cada uno encaja para poder servir para la edificación de la iglesia, y así ministrarnos para bendición los uno de los otros por medio de los dones recibidos (1 P. 4.10).

La ignorancia acerca de los dones

Aunque la palabra “ignoréis” significa literalmente desconocimiento, muchas veces los creyentes en forma voluntaria “ignoran” de los dones espirituales, no por falta de entendimiento que ellos existen, sino porque no les interesa saber sobre ellos ni llegan a conocer cuáles son los dones que cada uno tiene, y ese es un acto doloso, es decir, son culpables por omisión voluntario de acto.