1 Timoteo 4:7, 8
“Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.”
Un atleta, para que pueda desarrollar su rendimiento en el deporte que participa debe trabajar sobre los músculos que le vayan a favorecer en su disciplina. Un amante del fisicoculturismo trabaja muchas horas diarias y lleva dietas rigurosas para desarrollar masa muscular, mientras evita el incremento de grasa corporal que lo vaya a descalificar en la competencia.
Este proceso muchas veces demanda de horas de trabajo y dedicación; tendrán que levantarse temprano o limitarse de ciertas actividades. Su determinación marcará los resultados, a paso que el dolor, sacrificio, sudor, y hasta lágrimas, serán necesarias para lograr esas metas. Sin sacrificio no hay recompensa, sin pago no hay logros, sin determinación no habrá éxito.
La vida del creyente consagrado y exitoso también requiere de ejercicios espirituales que le ayuden a desarrollar sus “músculos espirituales”, aquellos que le ayudarán a crecer en carácter y llegar a mejorar su espiritualidad. No hay recompensa sin sacrificio, no habrá logros sin precio, no se llegará a ser como Cristo sin determinación. Hay que crecer, hay que desarrollar nuestros “músculos espirituales”.
Cada uno podemos tener áreas débiles en nuestras vidas, tenemos que identificarlas y trabajar en ellas; esto es necesario para crecer tal cual Dios espera de nosotros. Tal vez sea falta de fe, o una pobre consagración, o una falta de íntima relación con Dios, etc.
–FE: Para crecer en fe hay que dar pasos de obediencia, a veces a ciegas; otras veces aprender a esperar confiando. Sin fe no se puede agradar a Dios (He 11:6).
–CONSAGRACIÓN: Para crecer en consagración o santidad hay que dejar algún habito malo, compañías inadecuadas, enfocarnos en actividades que nos acerquen a Dios, comprometernos a obedecer (Ro 12:1, 2; 2 Co 7:1).
–TIEMPO A SOLAS CON DIOS: Para crecer en intimidad con Dios pase más tiempo leyendo la Biblia, orando, alabando; tal vez tendrá que dejar algo para dar más tiempo al Señor (Mr 1:35).
–CONOCIMIENTO DE LA BIBLIA: Para crecer en conocimiento de la Palabra de Dios pase más tiempo estudiándola con libros de ayuda (Comentarios, Biblias de Estudio, Teologías), asista a un instituto bíblico, a un seminario o universidad, o por lo menos vea o escuche programas de radio o tv con buena enseñanza (2 P 3:18).
–SERVICIO A DIOS: Para crecer en servicio a Dios intégrese más en la iglesia, hable con su pastor y vea áreas en donde usted pueda servir haciendo uso apropiado de sus dones.
Estas son algunas de las áreas espirituales que podemos y debemos mejorar, todas necesarias y complementarias. Podremos trabajar en algunas si deseamos, pero para conseguir un resultado completo y ser como Cristo es mejor trabajar en todas, solamente así veneremos nuestras vidas transformadas. «La disciplina espiritual es el sendero que conduce a la vida piadosa» – John MacArthur
«Jesús, Tú eres nuestro modelo de sacrificio y carácter»
1 Corintios 9:24-27
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; […] yo de esta manera corro, […] de esta manera peleo, […] golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre…”
DIOS GRACIAS POR ESTA VIDA, ME LA DISTE DEJA CUIDARLA. AMÉN
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