No es para que lo lleve solo

La invitación de Cristo es para que traigamos nuestra tarea de enfrentar al pecado y nos pongamos a manera de “yugo” con Él para que podamos trabajar juntos.

No es para que lo lleve solo

La invitación de Cristo es para que traigamos nuestra tarea de enfrentar al pecado y nos pongamos a manera de “yugo” con Él para que podamos trabajar juntos.