Muerte por partida doble

Gálatas 6.14 Anexo

Gálatas 6:12-16

“Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo. Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.”

 

Se podría imaginar asistir a un funeral en donde se vela a una persona, pero al mismo tiempo se está velando a otra, aunque solamente haya un cuerpo ¿imposible verdad? Pero en la práctica eso es lo que parecería suceder en la vida del apóstol Pablo, aunque no relacionado a una muerte literal, sino en sentido espiritual.

 

El apóstol a los gentiles estaba batallando ante el legalismo que acosaba a la iglesia en Galacia. Un grupo de judaizantes (personas creyentes que guardaban las ordenanzas externas de la ley) habían alborotado a los creyentes de las iglesias en esa área de Asia, y los estaban alejando del evangelio de la gracia de Dios (Gá 1:6-9), llevándolos al legalismo que negaba la obra plena de la gracia por medio de la fe, y sumergiéndolos a las obras de la ley para salvación (Gá 2:16).

 

En este contexto, Pablo recuerda que la salvación es obra de Cristo, y recibida por fe en Él (Gá 3:11-14). Que ahora ya somos libres en Cristo (Gá 5:1); pero no libres para hacer lo que quisiéramos, sino que ahora debemos andar “el en Espíritu” satisfaciendo Sus deseos, y no los “de la carne” (Gá 5:13-17).

 

Ahora, libres para vivir en y con Cristo, debemos tomar la decisión de ya no vivir para el mundo, sino para el Señor. “La cruz de nuestro Señor Jesucristo”, la razón por la cual se gloriaba Pablo (Gá 6:14), debe marcar una separación completa entre el creyente y el mundo (sistema pecaminoso y gobernado por satanás). Tal era esa separación que Pablo miraba a través del Cristo de la cruz a un mundo crucificado para él, y entendiendo esa misma perspectiva, el mundo debía ver a Pablo ya crucificado también; espiritualmente una doble muerte, una doble crucifixión.

Gálatas 6.14 Color

Cada creyente debe vivir espiritualmente tan vivo que ya el mundo le sea algo muerto e inmundo, y esa misma vida espiritual debe hacerle ver al mundo que el creyente ya ha muerto para su inmundo sistema.

 

¿Cuán agradecidos estamos de la cruz de Cristo? ¿Cómo evidencia el mundo que nuestra vida es tal que nos consideran muertos para ellos, pero vivos para el Señor? Honremos a Jesús con nuestra vida, caminemos influenciados por la obra del Espíritu, y andemos “conforme a esta regla” de la “nueva creación” en Cristo para que vivamos en “paz y misericordia” con Dios (Gá 6:15, 16).

 

«Señor Jesucristo, Tu Persona y Tu cruz son incomparables motivos para decidir morir al mundo y vivir para Ti»

 

Gálatas 2:20

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

Publicado por Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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