Bien hecho, ahora, sigue así

El deseo de Dios es que cada uno de nosotros conquistemos batallas diarias en nuestra vida. Cada día enfrentamos retos, dificultades, tentaciones, etc.; y el Señor quiere que cada día lo busquemos, le sigamos, le obedezcamos, y demos nuestra vida en servicio a Su Nombre; y cuando hacemos eso todo el tiempo entonces entramos en la lista de aquellos que sí viven en victoria.

Dios puede darnos “reposo”

En la Biblia se menciona al reposo como el momento o lugar de descanso, pero sobre todo lugar, cuando se trata del pueblo de Dios. El Señor le había ofrecido reposo al pueblo de Israel al momento en que ellos lleguen y se posesionen de la tierra que le había prometido a Abraham, no solo era el lugar donde fluye leche y miel, sino que sería el lugar donde se asentarían y vivirían en prosperidad y paz mientras ellos servían al Señor. Pero para alcanzarlo primero tenían que llegar a ese lugar y de ahí conquistarlo.

Hasta el más osado enmudece

Nuestra obediencia permite que Dios se manifieste a través de nosotros y por nosotros. Dios se especializa por glorificarse en Su obrar cuando nosotros le seguimos con fe. Para nosotros este ejemplo bíblico de Josué nos alienta a considerar seriamente el valor que tiene nuestra obediencia en fe.

Levanta un “hito” espiritual

En nuestra vida espiritual todos vamos a encontrarnos con momentos significativos en nuestro caminar con Dios: El día que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, el día de nuestra consagración, algún milagro hecho en nuestro favor o de alguien más, alguna batalla espiritual ganada, alguna promesa de Dios cumplida en nuestras vidas, etc.

Fe y obediencia para el engrandecimiento

Muchas veces la vida del creyente no es tan emocionante como quisiera porque muchos no experimentan la obra de Dios como desearían. En muchos casos es la falta de fe lo que detiene esa obra, y como no hay suficiente fe no llegan a seguir a Dios en obediencia, y por eso pierden las oportunidades de mirar Sus maravillas y las bendiciones que trae la obediencia.

Vamos a seguirlo en santidad

Si realmente queremos seguirlo, debemos hacerlo honrando Su santidad y Su Nombre. Es el momento de consagrarnos a Él, de postrarnos en reverencia ante Su presencia, y comprometernos a seguirle en santidad, para que así también podamos ver sus “maravillas entre (nosotros)”.

Él tiene que ir delante

¿Cuándo viajamos a un lugar nuevo busca la ayuda de alguien para que lo guíe o simplemente sale a la aventura sin saber a dónde ir?

Dios ya ha venido obrando

¿Ha pensado usted alguna vez que Dios ya ha venido obrando en algo que Él va a hacer o simplemente el Señor obra en el momento que usted comienza a obedecer?