La certeza de Su Palabra

Estos dos versículos nos enseñan que la obediencia es importante, que debemos mantener el enfoque en lo eterno, y que lo temporal y vano pasará sin mucho valor irremediablemente. Lecciones prácticas que son válidas para nuestros días.

Entrega es confianza y amor

Un acto tal solamente puede darse cuando alguien ama y confía, es una entrega absoluta. En nuestra relación con Dios debería haber tal confianza del cuidado de Dios que no nos deberíamos detener a pensar en lo que no tenemos, si no, en lo que sí podemos hacer para Él; y al hacerlo le estamos mostrando nuestro amor, que Él es nuestro todo.

Advertencia en contra de los maestros

La enseñanza de la Palabra de Dios es un privilegio que pocos tienen, pero tiene una responsabilidad muy grande. El uso inapropiado del conocimiento de la verdad puede traer juicio delante de Dios (Mr. 12:40; Stg. 3:1).

La pregunta que retumbó en el templo

Uno de los misterios más grandes para el hombre es llegar a entender y a aceptar la plena Deidad y Humanidad de Jesucristo. Su deidad hizo posible que pudiera hacerse hombre para venir al mundo, y Su humanidad hizo posible que el mundo sea salvo por Él.

Lo más importante

Dios es digno de nuestro amor, pues Él nos manifestó lo que significa amar al enviar a Su Hijo a morir por nosotros. Él dio todo por beneficiarnos, y es ahí donde conocimos el significado del amor, y todo lo que hace Dios en favor nuestro viene como resultado de Su amor.

El Dios de vivos

La resurrección es una realidad que también se halla escrita en varios pasajes del Nuevo Testamento. Jesús mencionó que había resurrección para vida y otra para condenación (Jn 5:29); y Él mismo, al resucitar, manifestó Su majestad y deidad (Hch. 2:29-35; Ro. 1:1-4).

Una mayordomía correcta

Muchos cristianos hoy, tristemente, solamente dan a uno u a otro, pero no somos fieles a los dos. Al dar a Dios en primer lugar manifestamos nuestra adoración a Él; y el dar a las autoridades terrenales también es una manifestación de adoración al Señor al obedecer Su voluntad, y al mismo tiempo es testimonio al mundo que somos verdaderos hijos de Dios.

El peligro del rechazo

El rechazo a Jesús fue el medio que Dios permitiría para que nuestro Salvador llegue a la cruz. Si hubieran aceptado al Mesías, Su muerte no se hubiera dado. Dios había enviado a Jesús en el momento más frívolo de la vida espiritual de Israel para brindar salvación a todos nosotros.