Si usted está enfrentando algún problema que parece más grande de lo que usted pueda enfrentar, recuerde que no importa cuán grande o poderoso sea ese enemigo, a su lado está Dios para ayudarle a enfrentarlo, Dios es todo lo que necesita a su lado (Ro. 8:31).
Archivo de etiqueta: Líderes
¿A quién adjudicamos la victoria?
Si bien las victorias en nuestras vidas son ganadas con nuestro esfuerzo y determinación, no debemos olvidar que detrás de nosotros está un Dios que pelea con y por nosotros para darnos esas victorias. Nada se podría lograr sin el favor de Dios.
El día que Dios escuchó a un hombre
Dios estaba obrando con milagros que nunca más se han repetido en la historia con el propósito de cumplir con Sus planes, y aprovechando esta batalla, Él escuchó a Josué e hizo lo que le pidió. Eran los planes de Dios en los propósitos en favor de Josué e Israel.
El problema de no consultar a Dios
Ser engañado es una de las acciones que nadie quiere recibir, y muchos sufrimos profundamente la indignación de haber pasado por ese perjuicio. Viviendo en un mundo donde el engaño es cada vez más frecuente hallarlo, donde la honestidad y el trato justo va desapareciendo, es imperante que nosotros nos aseguremos de no sufrir el perjuicio de tal mal.
Reconoce y adora Su misericordia
Nunca debemos olvidar que Dios es un Dios perdonador, Quien se enoja ante nuestro pecado, pero que está presto a perdonar y a restablecer Su relación con nosotros. Reconocer Su misericordia es motivo de adoración. Dios es bueno, justo, paciente, amoroso. Nosotros también podemos presentarnos a Él con manos limpias y postrarnos ante Su presencia y adorarle por Su eterna misericordia en favor nuestro. Si últimamente ha pecado y a pedido Su perdón, recuerde que Dios ya le perdonó, ahora adórele por Su misericordia.
“Borrón y cuenta nueva”
¿En algún momento se ha sentido desalentado por algún fracaso en su vida o algún pecado que trajo consigo un castigo y pérdida? Ese sentimiento de seguro fue terrible. Con ese evento pudo venir a su vida dolor, frustración, falta de autoestima, temor, desconfianza, enojo consigo mismo, etc. Son sentimientos muy fuertes que menoscaban nuestro ser llevándonos muchas veces a la depresión y el miedo.
Por tu bien erradica la maldad de ti
La necesidad de santificación es enseñada en toda la Palabra de Dios, y Ésta nos llama a que, si es necesario, echemos fuera de nosotros (figurativamente) aún nuestros ojos o manos, si el pecado nos está afectado (Mt. 5:29-30).
¿Consagrarlo a Dios para ser destruido?
Dios es santo y justo, sus caminos rectos, y sus propósitos eternos; seguirle a Él demanda entender que el Señor sabe lo que hace, y nosotros debemos honrarle con nuestra obediencia plena, no a medias.