Cada creyente debemos estar agradecidos por aquellos pastores y misioneros que han servido al Señor, y por medio de quienes Dios nos ha bendecido con sus vidas, cuidados y enseñanzas. A la verdad, todos nosotros somos el resultado de amor y esfuerzo de algún siervo de Dios que ha dado de su tiempo y amor para que nosotros podamos conocer a Dios y a Su Palabra, y crecer en Él.
Archivo de etiqueta: Edificación
Libertad sabia
En Cristo tenemos libertad para hacer algunas cosas que no afectan nuestra relación con Dios, pero si alguien mira esa libertad como inapropiada, debemos, por amor a esa persona evitarlo. La Biblia nos recuerda que no debemos “poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”, antes bien, que “sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. (Ro. 14:13, 19)
Envanecimiento, el peligro del conocimiento
El principio del amor nos enseña que cada persona debe actuar en consideración al hermano, no mirando su propio bienestar, sino el de los demás (Ro. 14:15). Además, un conocimiento sincero y puro de Dios debe transformarnos a actuar con humildad, mirando con sencillez la debilidad de los demás y considerándolos como más valioso que uno (Fil. 2:3-5).
Se requiere servicio íntegro
Dios llama a todos los creyentes a servir, y este privilegio no debe ser ignorado, antes recibido con humildad y gratitud. El Señor desea obrar por medio de nosotros para continuar con Su obra en la tierra antes de que Cristo venga, y este privilegio debe ser tomado como un honor.
La manifestación del Espíritu
Usted y yo somos parte de esa iglesia local, y debemos unir esfuerzos para que Dios vaya edificándola. Seamos creyentes activos y pongamos a disposición de Dios y de la iglesia todos nuestros recursos, sean estos espirituales, nuestras capacidades, y nuestros recursos para que crezca de acuerda a la voluntad de Dios.
Construyendo en buena base
Para cada uno de nosotros, también existe la responsabilidad de como sobreedificamos nuestras vidas. Muchas veces los creyentes, sobre todo los no maduros, se dejan envolver por mala enseñanza, y comienza a edificar sus vidas con doctrinas falsas, lo que puede generar un mal crecimiento (Ef. 4:13-15).
Colaborando con Dios
Dios no es que necesita de nosotros para poder hacer Su obra, pues Él es todopoderoso y sabio; pero Él si se complace en usar personas que deseen ser partícipes de Su obra, y es ahí donde llegamos a ser bendecidos para ser de bendición.
En la división hay destrucción
Todos somos llamados a ser pacificadores, reconciliadores, perdonadores, etc. La unión hace la fuerza, dice un dicho popular, mientras que la división destruye.
