Como sabemos, Jesús no fue un escritor de libros o un productor de videos y contenido para redes sociales, Jesús fue y es el Salvador, el Maestro y el Señor; por lo que encargó en otros la misión de reproducir su obra y enseñanzas, y llamó a estos doce hombres para que estuvieran con él, predicaran su mensaje de salvación (Mc. 3.13-14), y fueran el fundamento de su Iglesia (Ef. 2.20).
Archivo de etiqueta: Gozo
¿Pertenezco a la Iglesia de Jesús?
¿Qué piensas cuando escuchas la palabra Iglesia?, ¿sientes que es algo anticuado, o crees que ella hace parte del plan de Dios para nuestra era?…
¿Cuál es mi identidad?
¿Cómo respondes cuando te preguntan, quién eres?, ¿Sueles responder a esta pregunta con lo que haces, o con la profesión que tienes, o con tu responsabilidad como padre o madre de familia?
Pues la respuesta a esta pregunta es muy importante…
¿Qué dijo Jesús para impactar a tantos?
¿Cuáles fueron sus palabras para que la historia del mundo se dividiera en dos, para que hombres menospreciados y humillados se convirtieran en valientes luchadores por el amor y la reconciliación que Jesús testificó durante su ministerio?…
¿En qué nos parecemos a los Apóstoles?
Normalmente pensamos que Dios obra indiscriminadamente, pero eso no es así, porque todo lo que Dios hace siempre responde a su plan redentor en el mundo, y el llamamiento de los doce ilustra esta verdad…
Seguridad para las Madres
Una de las emociones que más nos aqueja es el miedo. Fácilmente nos sentimos inseguros y creemos que muy poco es digno de nuestra confianza, por eso le tememos a tantas personas, cosas o situaciones.
El libro de Génesis nos narra la historia de Agar, una esclava que fue rechazada, abandonada con su hijo en medio del desierto, y que tuvo que enfrentar el peor temor para una madre: la muerte de su hijo.
Presencia condicionada, resultado maravilloso
Cuando hay pecado en la iglesia, y las personas permiten que la carnalidad se manifieste ante las dificultades y los problemas interpersonales (Ga. 5:19-21), las divisiones son evidentes, generando una pérdida de comunión con los demás hermanos y con Dios (1 Jn. 1:6-8).
¡La vida con Dios es una fiesta!
Siéntete el más favorecido y adora a Dios, porque Él está volcado totalmente hacia ti, y se asegurará de que cumplas Su voluntad, que por cierto es buena, agradable y perfecta (Ro. 12.2).
