Seguridad para las Madres

Una de las emociones que más nos aqueja es el miedo. Fácilmente nos sentimos inseguros y creemos que muy poco es digno de nuestra confianza, por eso le tememos a tantas personas, cosas o situaciones.

El libro de Génesis nos narra la historia de Agar, una esclava que fue rechazada, abandonada con su hijo en medio del desierto, y que tuvo que enfrentar el peor temor para una madre: la muerte de su hijo.

¡La vida con Dios es una fiesta!

Siéntete el más favorecido y adora a Dios, porque Él está volcado totalmente hacia ti, y se asegurará de que cumplas Su voluntad, que por cierto es buena, agradable y perfecta (Ro. 12.2).

Nuestras vidas necesitan ser pastoreadas

El descanso, la paz y la fortaleza están totalmente relacionadas con la guía y dirección que Dios, nuestro Pastor, le dé a nuestras vidas. Una oveja no puede ser pastoreada lejos de su pastor y no puede hallar los beneficios del cuidado siendo rebelde y alejándose de él.

¡Hazme bien!

Para obedecer a Dios necesitamos tener un compromiso a obedecer (v. 17), una capacidad espiritual dada por Dios para entender Su voluntad (v. 18), y un deseo profundo de escuchar a Dios en “todo tiempo” (v. 20). Una vida de obediencia siempre estará colmada de otras bendiciones.

¿Qué hacer cuando no sé que hacer?

Lo bueno del cambio, es la inseguridad que nos produce. Si… yo se que eso parece ilógico y sin sentido, pero es verdad, porque entre más inseguros nos sentimos, más dependencia y necesidad de Dios tenemos, lo que nos lleva a acercarnos humildemente a Él y aceptar su voluntad.

De hecho Dios es quien produce “el cambio”, y lo hace porque es una herramienta Divina para moldear nuestro carácter, conformarnos a la imagen de su Hijo y cumplir su voluntad en nosotros. Como alguien dijo: Dios te ama tanto, que no dejará que sigas siendo igual.

¿Amor “fingido”?

Un amor sincero se expresa en la manera como comparto con el prójimo, en la magnitud de como pongo las otras personas primero antes que a mí mismo, en mi hospitalidad, bendiciendo y perdonando a quienes me hagan daño, gozando con quienes son bendecidos y llorando con aquellos que sufren (empatía). Es un amor humilde, que busca la unidad; busca la paz y no la venganza; que es generoso y obra siempre en pos de lo bueno.

Debe ser sincero

Sea que tengamos que hablar o disciplinar al alguien, manifestemos ese amor sincero; mostremos nuestra real preocupación hacia los demás, y junto a ese amor conduzcamos nuestra reprensión o exhortación. La medida de nuestro amor se manifestará en la medida que buscamos el bien aborreciendo el mal.

Principios para el Líder V – SABER ESCUCHAR

Un buen líder escuchará atentamente las peticiones y comentarios, buscará ayuda de Dios y de otros para hallar la mejor solución.