¿Realmente será salvo?

La doctrina de la seguridad de la salvación siempre ha traído gran polémica dentro de la Iglesia. Pero si miramos al consejo completo de toda la Biblia podemos mirar que la redención nunca la obtiene el hombre, antes es un regalo de Dios dado por gracia, y si el hombre no la obtiene, entonces no tiene poder para perderla, pues la justificación no es dada por el cumplimiento de los mandatos de Dios, sino por la fe en Jesucristo (Ro. 3:20-28; Gá. 2:16-21).

¡Cuidado con el orgullo!

Hoy en día, algunos hermanos de algunas iglesias podrían menospreciar a los otros creyentes por tener ciertas características que otros no tienen: Tamaño de congregación, ciertos ministerios u posibilidades de recursos, algunos maestros y predicadores, etc. La vanidad dentro de los creyentes aún se puede ver en nuestros días, y entre mayores esas diferencias, mayores las posibilidades de envanecerse.

El primer paso para transformar una sociedad

Este mensaje causó un cambio profundo en la cultura y sociedad del oriente, al punto que para cuando Pablo sirvió en Éfeso ya se decía que éste movimiento caracterizado por el amor y la paz de Cristo había logrado trastornar el mundo.

Dos verdades para vencer el temor

Seguramente en este último mes o año ha habido muchas situaciones que te han producido temor y hasta te han hecho sentirte ansioso y angustiado. En mi caso esta semana mi mascota me hizo pasar un susto. El problema no es sentir temor, esta es una emoción natural en el ser humano luego de la caída de Adán y Eva, el verdadero problema es que el temor gobierne tu mente, decisiones, acciones y relaciones, y en lugar de vivir la vida abundante que Cristo te puede dar, estés sometido por el temor.

Es hora de hacer compromiso

Cuando reconocemos sinceramente nuestro error, y cuando nos arrepentimos de corazón, es cuando nuestro compromiso al Señor va a darse como un profundo deseo de cambio completo. En ese instante un compromiso debe hacerse para no fallarle. Este acto es una manifestación real de arrepentimiento.

Una retrospección saludable

Busquemos en estos días un tiempo sano, prudente, para poder mirar hacia atrás, al pasado de nuestras vidas, y podremos mirar en todas las cosas que hemos hecho mal, y nos sorprenderemos las veces en que Dios obró de muchas formas. Cuando mire hacia el pasado verá la mano de Dios en todo el tiempo, y se fijará como este examen le dará como resultado un corazón que adora a Dios en agradecimiento por Su fidelidad y misericordia.

Los frutos del convencimiento

Si usted ha pecado, y ha reconocido ante Dios su error pidiendo perdón, no deje que ese sentimiento de culpa lo mantenga oprimido, sin que pueda celebrar el gozo del perdón del Señor. Dios es “bueno y perdonador, y grande en misericordia” (Sal. 86:5); si Él ya lo ha perdonado, pues vaya con confianza a Su presencia y continúe edificando su relación con nuestro Padre Celestial, Él está presto, como el padre del hijo prodigo a restituir su vida sin reparos.

Restituyendo nuestra injusticia

Para lograr una verdadera reconstrucción de nuestras vidas, tenemos que mirar hacia aquellos que hicimos daño, pedir perdón y buscar una restitución apropiada a mal causado. Solo ahí podremos continuar con la reconstrucción apropiada de nuestra vida y nuestras relaciones con los demás.