De nuestro lado

Los discípulos estaban discutiendo las posibilidades que ellos tenían de alcanzar puestos importantes cuando el Señor Jesús venga en Su reino. Esto fue algo que afectó varias veces a Sus seguidores. Jesús les recuerda que ese pensamiento no es apropiado. Él vino a servir, y con ese ejemplo debemos vivir enfocados.

La verdadera valía del servicio

Los discípulos estaban discutiendo las posibilidades que ellos tenían de alcanzar puestos importantes cuando el Señor Jesús venga en Su reino. Esto fue algo que afectó varias veces a Sus seguidores. Jesús les recuerda que ese pensamiento no es apropiado. Él vino a servir, y con ese ejemplo debemos vivir enfocados.

Una pequeña “degustación” del reino

Para nosotros los creyentes, también estamos a la espera de la manifestación del poder del reino. Dependiendo con el tiempo de la Segunda Venida de Cristo, algunos podremos estar vivos antes del rapto, o algunos estaremos muertos; no lo sabemos hasta que eso suceda. Pero como sea que nuestro cuerpo físico se halle, lo seguro es que todo creyente verá la gloria de Dios y el poder del Rey en Su reino, y en esa esperanza, podemos todos regocijarnos.

Dando valor a las relaciones

Debemos tener presente que cuando seguimos a Dios, muchas veces entraremos en conflictos. Jesús dijo que no había venido a traer paz, sino conflicto, cuando hacemos Su voluntad (Lucas 14:26). Jesús nos recuerda que, al seguirlo, estamos interactuando con una familia espiritual, Su familia, la cual también es bendecida con nuestra obediencia.

Arrepentimiento y Fe son la “Clave”

Para poder entrar en el reino de Dios necesitamos de 2 cosas importantes: Arrepentimiento y Fe. (Marcos 1:14-15)

Combátalo con la fe

Dios nos invita a mirarlo a Él, a confiar en Su poder para proveer para nuestras necesidades, desde las más simples a las más complejas; a dejar nuestros pecados relacionados con el dinero atrás, y a vivir creciendo en nuestra fe de forma piadosa.

Efecto resultante

La Palabra de Dios nos dice que no se buscan simples “dádivas, sino… fruto que abunde en vuestra cuenta”. Lo que el creyente da es resultado de una fuerte y sana relación con Dios, algo que es considerado como parte de su participación en el reino, es de ello que Pablo se gozaba, pues veía que los creyentes en Filipos estaban madurando al participar en el reino a través de las ofrendas.