Muchas veces no nos damos cuenta del poder que tienen las palabras en los receptores. Nuestras palabras tienen gran poder, bueno o malo, en función de la manera cómo las expresamos, el motivo que las genera, y el corazón de quienes las reciben.
Archivo del autor: Ministerio UMCD | Un Momento Con Dios
No invite al tornado a entrar en casa
Es muy importante tener cuidado en nuestras vidas y en las decisiones que tomamos o en los comportamientos inapropiados que dejamos que estén en nuestras vidas y en nuestra casa. No permitamos que nuestros errores vengan a destruir el hogar y que lo único que lleguemos a cosechar es el “viento”.
La prosperidad de la generosidad
La prosperidad del generoso no solamente va a ser en bienes materiales, muchas veces puede ser una vida llena de paz y bendiciones en la familia, en el trabajo. Esas personas recibirán siempre el aprecio de quienes los rodean, y encontrará constante satisfacción cuando es usado por Dios y lo entiende. De muchas formas su vida será prosperada.
Belleza desperdiciada
Actualmente mucho se da énfasis solamente a la belleza física, y por todos lados, el movimiento “moral” del mundo solo quiere resaltar la belleza física, y poca importancia dan al comportamiento de las personas o su manera de razonar. Nosotros debemos aprender a valorar el todo de la persona, pues eso le da valor real de quien es. Lo físico es superficial y temporal, pero su comportamiento y razonamiento es algo que irá con la persona siempre.
Libre su alma de su propia tormenta
El odio y el rencor que se genera en una persona sin misericordia puede ser tan impetuoso que puede destruir cualquier buen sentimiento en alguien, llevándolo a oscurecer su alma a causa de deseos y pensamientos malignos, y lo que eso produce en esa persona y en aquellos sobre los que se descarga esa ira puede ser tremendo e irreparable.
¿Quiere no equivocarse?
La importancia de una buena dirección en el camino que se tiene por delante siempre asegurará un buen final, pero cuando no se sabe hacia donde se avanza, o cuando se rechaza aceptar las advertencias de no continuar, entonces el fracaso siempre nos acompañará.
Es de torpes hablar mal del prójimo
Una persona que “carece de entendimiento” en sí, más que solo falta de sabiduría, muestra también un poco de falta de buena voluntad para actuar apropiadamente, y por eso menosprecia a su “prójimo”. (v. 12a)
¿Hay alegría por la justicia?
Comprometámonos a actuar justamente siempre, no importa en donde estemos desarrollando nuestras actividades, seamos motivo de alegría y fuente de bendición para otros. Oremos por aquellos que obran bien en algún cargo público y demos gracias a Dios por ellos; y pidamos, para que aquellos que obren mal cambien su comportamiento o dejen su cargo para alguien piadoso que pueda bendecir a todos por sus buenas acciones.