¿Qué impide que nos relacionemos con Dios?

¿Qué es lo que nos impide relacionarnos con Dios?: Nuestra pecaminosidad.

La historia de Isaías lo ilustra perfectamente y nos deja ver la santidad de Dios, el hecho de que Él es “otro”, diferente de todos nosotros en un sentido moral y en su naturaleza, que es perfecto, puro y por eso está obligado a rechazar el pecado y la imperfección, lo cual es la razón por la que hay un “abismo espiritual” entre Él y nosotros.

¿Tienes problemas judiciales con Dios?

Pocas veces consideramos a Dios como el Juez al que tendremos que rendirle cuentas por nuestra vida y mucho menos como un enemigo. Pero la Biblia nos enseña que todos los hombres que no han confesado su pecado y creído en su regalo de salvación, están en guerra con Dios y necesitan reconciliarse con Él a través de Jesucristo (Ro. 5.10).

Mirando y reflejando… Su gloria

Cuando una persona escucha y recibe el mensaje del evangelio, la gloria de Dios en la obra de Cristo le es revelada, y esa gloria le transforma dando vida, cambiando su corazón y otorgándole un conocimiento mucho más amplio de Dios.

El mal que hay en mí

Cuando reconozcamos cuanto mal mora en nosotros mismos podremos ser capaces de cuidar nuestro comportamiento, y buscar la ayuda de Dios para evitar dejar ser controlados por la carne, que no solo afecta nuestra vida, sino también nuestra relación con Dios y los hombres.

Celebrando la Gracia recibida por Fe

Realmente, la Reforma Protestante nace como una “protesta” ante las falsas enseñanzas de la justificación. Fue esto lo que le llevó a Lutero a presentar sus 95 Tesis. Hoy estamos celebrando el reconocimiento de la Gracia de la Salvación y Justificación que es otorgada por la Fe en Jesús y Su redención. Este plan redentor ha existido por siempre, y será por siempre, porque cómo está escrito: “El justo por la fe vivirá”.

Estamos bajo Su gracia

La necesidad que el hombre ha tenido para alcanzar el perdón de sus pecados y poder “acobijarse” bajo la presencia de Dios ha existido desde el mismo día que “el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte” (Ro 5:12).

En obedecer hay libertad

Es mejor escuchar con prontitud y mansedumbre para que con voluntad propia decidamos obedecer la Biblia, ahí seremos libres del pecado y sus consecuencias, por tanto, bienaventurados.

Detenimiento y meditación

No tendrá mayor valor lo tanto que he leído, sino lo tanto que he aprendido.