Su “gracia” es todo lo que necesitamos

Comprender que Dios sabe lo que pasa, que Él está en el control de todo, que siempre hay un propósito detrás de ello para nuestra vida, y que, si es necesario, Él mismo nos proveería de Su poder para seguir adelante es importantísimo para enfrentar los problemas con gozo y seguir sin desanimarnos.

¿Por qué no le damos la bienvenida?

Debemos mirar las pruebas de una manera distinta para que ellas no nos sean negativamente adversas. ¡Aprendamos a dar la bienvenida con alegría a cada prueba que llegue a nuestras vidas!

Necesitamos un líder así

En la iglesia de hoy se observa mucho al líder tibio y poco comprometido. Aquel que se ha conformado al mundo, viviendo alineado a la corriente de este siglo, y con pocas ganas de santificar a Dios en sus propias vidas y en la iglesia en la cual ellos sirven. ¡Necesitamos un cambio!

Enfrentando el desprecio

Cuando Dios está por hacer algo grande, siempre usa ejemplos significativos para mostrar Su gloria en medio del hombre. Él estaba por reconstruir Su amada Jerusalén, y esto sería notorio entre todos, pero en especial, en medio de los pueblos enemigos. Dios estaba por hacer algo grande.

Descubriendo nuestras “grietas”

Para los moradores de Jerusalén, las condiciones en las que estaban viviendo eran ya tan comunes que las posibilidades que ellos puedan ver todas las aperturas, grietas y puertas abiertas con claridad tal vez no hubiera sido posible. La cotidianidad de las circunstancias hace que perdamos perspectiva de las debilidades, por eso, el análisis que hizo a solas Nehemías fue fundamental, porque teniendo una perspectiva nueva y externa, hizo posible que vean todo lo que hacía falta.

¡Ayúdame a creer!

Si usted tiene dificultad en creer, no tenga temor en reconocerlo ante Dios, y pídale que le ayude a crecer en fe; la respuesta de Dios podrá venir por su reconocimiento, antes que por la fe, ayudándonos en ambas cosas.

Una posibilidad universal

Las posibilidades son altas cuando se trata de ser tentados. Entendiendo que el ser tentado y el pecar son dos conceptos distintos, un creyente humilde puede mirar su propia vulnerabilidad y actuar empáticamente ante alguien que haya pecado.

¿Por qué no le damos la bienvenida?

Debemos mirar las pruebas de una manera distinta para que ellas no nos sean negativamente adversas. ¡Aprendamos a dar la bienvenida con alegría a cada prueba que llegue a nuestras vidas!